Como pedía Goethe poco antes de morir, el mundo reclama un nuevo año en el que entremos en salud y se recupere la economía, después de la profunda oscuridad que ha dominado el 2020.

¿Qué se prevé de cara al próximo ejercicio? Los próximos meses se anuncian complicados e inciertos porque la esperanza que reparten las vacunas se combina con la peligrosa evolución de la epidemia tal y como se aprecia en Alemania, Gran Bretaña o en EE.UU. El invierno presenta además más riesgo de Covid, por lo que es en el segundo semestre donde se concentran las máximas esperanzas. El 60% de los efectos negativos sobre la economía se atribuyen a los confinamientos, que una vez levantados progresivamente empujaran la actividad empresarial.

Se ve la vacuna como la auténtica solución y al cierre del ejercicio, según los expertos, se apreciará que 2021 será un año de recuperación.

El mantenimiento de los programas de sostenimiento —préstamos garantizados, paro parcial, ayudas financieras—  para proteger puestos de trabajo y evitar que los mercados caigan atenuarán los daños. Los balances generales de los bancos centrales europeos, japoneses, británicos y estadounidenses apenas ascendían a 4,1 billones de dólares en 2008. Hoy rondan los 21 billones de dólares. Los grandes números dan fe del titánico esfuerzo realizado.

El país que está marcando la pauta es China y ejerce el papel de indicador principal para el conjunto de las naciones. El FMI y el Banco Mundial prevén que "la fábrica del mundo" crecerá un 8% en 2021. Las exportaciones podrán ofrecer buenas sorpresas en Asia, pero China se centrará en el consumo interno porque sospechan de las intenciones de Joe Biden respecto a Pekín. Por ello, el Gobierno chino ha decidido valorar las exportaciones tan sólo como viento de cola. El dinamismo interno, una demanda propia más fuerte, asegurará su camino hacia adelante en este nuevo esquema.

EEUU ha puesto en marcha un plan de relanzamiento de 900.000 millones de dólares. Este apoyo, junto con el comienzo de la vacunación, han puesto en marcha los mercados bursátiles en Europa y Wall Street. La Reserva Federal ha revisado al alza su previsión de crecimiento de la economía americana hasta el 4,2% positivo  para 2021.

En Europa la recuperación será muy heterogénea porque el paro es elevado. La "zona sur", Francia, España e Italia, experimentará complicaciones. Los fondos europeos de 750.000 millones de euros del programa Next Generation son una fuerte palanca, "pero los principales montantes no llegarán antes de 2023 y 2024", según las firmas financieras. 

Respecto a la Eurozona, la pandemia ha provocado un sobresalto que se plasmará, junto con la campaña de vacunación, en la renovación de política industrial bajo el signo de la soberanía europea. La Unión quiere reconquistar posiciones en los dominios críticos de semiconductores, de las baterías o del cálculo cuántico sobre los que estaba retrasando.

Bajo estos factores, el consumo evolucionará en función de la confianza. La inversión podría ir acompañada de la aceleración de quiebras, sobre todo en el segundo semestre, a medida que se retiren las medidas de apoyo.

Por ello, expertos recomiendan no reducir pronto los déficits públicos, apoyando la evolución de lo numérico y la inteligencia artificlal. La visión del  futuro y cómo sobrellevar la carga de 2020 va a tener muy ocupados a los departamentos económicos. No se va a aburrir nadie.