Lo imposible es lo que ocurre, señaló Jacques Derrida, y este año electoral del 2015, que empezó con las municipales y autonómicas de mayo y continuó en Catalunya con las plebiscitarias del 27S, culmina con las generales del 20D y sus posibles imposibles. En las locales se produjo en Barcelona el imposible de la victoria de Ada Colau. Y a En Comú Podem, su nueva plataforma compartida con ICV y Podemos, le da la victoria el sondeo de ayer del CIS. A las elecciones al Parlament concurrió Junts pel Sí, la lista unitaria CDC-ERC tras ocho meses de agria disputa y previa ruptura de CiU... y ganó, por mucho, aunque le faltó un diputado para investir presidente a la primera a Artur Mas. ¿Imposible que la CUP finalmente haga el gesto, como ha reclamado David Fernàndez, el referente de los hombres buenos de la formación anticapitalista? Lo imposible es lo que ocurre, señaló Jacques Derrida.

"Impossible", en catalán, con el “im” tachado, es el lema de campaña de Democràcia i Llibertat (a partir de ahora DiL). La formación antes conocida como CDC, en anunciado proceso de demolición, se estrena en las generales con lema derridiano. ¿Alguien hubiera pensado hace cuatro años que Francesc Homs, mano derecha de Artur Mas, lideraría la postconvergencia que quiere negociar en Madrid la independencia de Catalunya? ¿Y que Josep Antoni Duran i Lleida iría en solitario a la carrera de San Jerónimo a riesgo de quedarse fuera del Congreso, como ya quedó Unió fuera del Parlament el 27S? (Lo que, otro imposible, tampoco impediría a Duran ver cumplido su sueño de ocupar un ministerio.) Lo imposible es lo que ocurre y un joven hijo de la antigua emigración española al área metropolitana de Barcelona, Gabriel Rufián, lidera la candidatura de ERC y hasta algunos sondeos le dan como ganador.

¿Podría ser que Mariano Rajoy ganase los comicios –mal, muy mal- y Albert Rivera se disfrazase de cupero y exigiese su cabeza para que el PP continúe en la Moncloa?
Lo imposible es lo que ocurre, y bien pudiera ocurrir cualquier cosa a la vista de los resultados de la encuesta del CIS. ¿Podría ser que Mariano Rajoy ganase los comicios –mal, muy mal–y Albert Rivera se disfrazase de cupero y exigiese su cabeza para que el PP continúe en la Moncloa? Lo imposible es lo que ocurre y Xavier García Albiol, exalcalde de Badalona y jefe de lista del PP catalán en el 27S será senador porque la CUP dejó en minoría el lunes a JxSí. Y en fin, no descarten nada: si el líder de C’s sigue horadando el espacio del PP en la España rural, hasta Pedro Sánchez, que también lo tiene mal, muy mal, podría acabar siendo presidente. ¿Y Pablo Iglesias? Lo que no es, no puede ser, y además es imposible, pero esto lo decía Parménides de Elea.