Marcharse de fin de semana o sencillamente terminar después de la jornada laboral no es lo mismo hoy en día que hace veinte años. Muchas personas de este país nos vamos con el correo electrónico, el WhatsApp y la línea telefónica a cuestas y ello tiene consecuencias. Una de las primeras es la difuminación total entre la vida laboral y la personal. Actualmente, estar en la playa o la piscina o bien estar en la otra punta del mundo y seguir trabajando ya no es una cosa rara. Además, este verano, con la finalización de la itinerancia en la Unión Europea, esta realidad tomará un vuelo inimaginable.

Uno de los factores más relevantes de esta realidad son los efectos que tiene en la salud de las personas. Los médicos ya están catalogando toda una retahíla de enfermedades nuevas: el síndrome de revisión constante, o lo que es lo mismo, la necesidad de mirar el móvil constantemente, o bien el denominado tecnoestrés, estar continuamente trabajando y pendiente de qué pasa en el puesto de trabajo. Todas estas nuevas patologías, como es obvio, no salen en las viejas leyes ni códigos laborales.

El hecho de estar permanentemente conectado vulnera un montón de derechos de los trabajadores y trabajadoras

El hecho de estar permanentemente conectado vulnera un montón de derechos de los trabajadores y trabajadoras. En primer lugar, alarga innecesariamente la jornada laboral y el tiempo en que el trabajador está a disposición del empresario. La conectividad hoy día es sinónimo de disponibilidad total y, de una manera inconsciente, se está convirtiendo en una nueva forma de explotación y en un nuevo elemento para no repartir el trabajo y generar más empleo. Además, hay que añadir que el Tribunal Supremo ya ha aprobado diversa doctrina al respecto, porque entiende que el uso de las nuevas tecnologías con relación al trabajo puede vulnerar el derecho a la intimidad, a la imagen e incluso atentar contra el secreto de las comunicaciones. Ni siquiera el hecho de que el aparato pertenezca a la empresa es sinónimo de estar a su completa disposición.

Ante esta realidad, ya hay países que se han puesto manos a la obra para limitar estos efectos en los trabajadores y trabajadoras. La última reforma laboral francesa modificó la "Loi Travail" (Loi 2016-1088) y ya reconoce el derecho a la desconexión y exige a la empresa que regule el uso de los dispositivos digitales para asegurar y respetar el tiempo de descanso y las vacaciones. Este es el primer Estado que regula este hecho, que algunas empresas iban gestionando individualmente con el cierre de los servidores de la empresa a partir de una hora determinada, como la alemana Volkswagen. En el Estado español, algunas empresas como AXA han llegado a un acuerdo a través de la negociación colectiva para regular el fin de la conexión digital para sus 4.000 trabajadores y trabajadoras cuando acaba el horario laboral.

Es urgente y necesario que la regulación del uso de las nuevas tecnologías no se haga convenio a convenio o con acuerdos limitados, sino que hay que cambiar el estatuto de los trabajadores y la ley de prevención de riesgos laborales

El derecho del trabajo tiene que evolucionar como lo hace la sociedad. Tiene que ser ágil y adaptarse a los nuevos tiempos con celeridad, porque si no, la realidad le pasa por el encima y actúa como un tsunami, como lo hace habitualmente contra los más débiles. Por este motivo, es urgente y necesario que la regulación del uso de las nuevas tecnologías no se haga convenio a convenio o con acuerdos limitados, sino que hay que cambiar el estatuto de los trabajadores y la ley de prevención de riesgos laborales. Es cierto que tradicionalmente la jornada laboral, los periodos de descanso y los tiempos entre jornadas ya se encuentran regulados. Pero la irrupción de las nuevas tecnologías abre un abanico enorme de nueva casuística y nuevas realidades. Y se tienen que contemplar antes de que se conviertan en un elemento más de distorsión del poder del empresario ante los trabajadores y trabajadoras.

Llegan las vacaciones y lo mejor que podéis hacer son disfrutarlas. Cerrad móviles, tabletas y la televisión, porque la actualidad ciertamente angustia. Ya veréis qué bueno es para vuestra salud, pero también lo es para la empresa. Porque hoy en día hemos confundido el significado de las urgencias. Porque en el mundo loco donde vivimos todo necesita una respuesta rápida e inmediata. Dad tiempo al tiempo. Aprovechad el verano para ir a la playa, pasear y hacer aquellas cenas interminables con los amigos. Id a chiringuitos y a bailes de fiesta mayor. O sencillamente, aburríos y no peguéis golpe. Perfeccionad el noble arte de curiosear. Que el trabajo es el trabajo y la vida es limitada. Disfrutad y desconectad.