Leyendo las secciones de economía de los medios, las cuentas de resultados de las empresas o los informes macroeconómicos, todo parecería apuntar que la crisis ya ha quedado atrás. Por todas partes ya parece que se tenga más presente una posible nueva neblina en el horizonte que no la profunda sacudida que sirvió de coartada para efectuar dolorosos recortes en políticas sociales y en derechos laborales y civiles. Incluso la victoriosa moción de censura de Pedro Sánchez hacía pensar a determinados colectivos que las líneas maestras del gobierno español darían un giro respecto de la oscura etapa de Mariano Rajoy.

A pesar de todo, el cierto es que el cambio de etapa económica no se ha notado nada entre las clases populares, las condiciones de trabajo de las cuales siguen yendo a peor y la reducción del paro se hace a cuenta de una precariedad cada vez más permanente, extendida y aguda. Mientras, el líder socialista ha mantenido la misma política de su antecesor respecto del bienestar de la mayoría, ha seguido torpedeando las competencias de la Generalitat y ha convocado elecciones incumpliendo numerosas promesas, entre las cuales destaca la no derogación de la reforma laboral del 2012.

Motivos para parar el país hay muchísimos y, por eso, la Intersindical-CSC llama a protagonizar una nueva jornada de lucha histórica

Queda claro, de nuevo, que a los trabajadores y las trabajadoras nadie nos regalará nada, si no lo ganamos con el esfuerzo de nuestra organización, movilización y lucha. Y motivos para protestar hay, muchísimos, cada vez más. Por este motivo, la Intersindical-CSC hemos convocado huelga general este 21 de febrero, una jornada de lucha que ha recibido numerosos apoyos sindicales, sociales y políticos, entre los cuales los de la Ustec,  la Federació d'Estalvi de Catalunya, Unió de Pagesos, Sindicalistes per la República, las ADIC, ANC, Òmnium, els CDR, Docents per la República, el SEPC, Universitats per la República, la FNEC, la AEP o la Plataforma 3-O.

Desde la Intersindical-CSC somos conscientes de las dificultades para que una huelga general sea exitosa, sobre todo después de tantos años de un pactismo social que ha maniobrado para limitar la capacidad de respuesta de la clase trabajadora. También somos conscientes, sin embargo, de la transversalidad de nuestras reivindicaciones, de los enormes apoyos recibidos a la convocatoria y de la capacidad del pueblo catalán para levantarse ante las adversidades y convertirse en un clamor atronador, como ya se hizo evidente el 3-O y el 8-N del 2017 o el 8-M del 2018, entre muchas otras jornadas de lucha, también numerosas Diades o el reciente 16 de febrero. ¡Y este día 21, de nuevo, tenemos la plena seguridad que volverá a hacerse evidente que los catalanes y catalanas no nos cansaremos de reivindicar nuestros derechos, porque sin derechos no hay libertad!

Sergi Perelló es portavoz de la Intesindical-CSC