Vientos de revuelta se han levantado en la Bolsa de Nueva York, hasta el punto de que Janet Yellen, secretaria del Tesoro de EE.UU., ha reunido a los reguladores de las finanzas americanas para evitar males mayores.

El sobresalto comenzó en torno a GameStop, una gran cadena de distribución de juegos de vídeo, sobre la que los hedge funds daban por pieza fácil, lo que les llevó a atacar sus acciones en la bolsa neoyorquina. La estrategia de los hedge funds en estos casos es bien conocida. Toman prestadas acciones de sus víctimas que, una vez en sus manos, van a vender con la esperanza de que cuando llegue la hora de devolverlas valgan mucho menos. Ahí está su beneficio.

Pero esta vez, esa mecánica encontró una resistencia inesperada. Batallones de pequeños y modestos accionistas (muchos de ellos nuevos) compraron acciones de GameStop obligando a los hedge a comprar títulos que debían devolver a precios exorbitantes. La acción, que tenía un valor de 20 dólares a comienzos de enero, pasó a valer 470 dólares a final de mes.

Ante ese triunfo, los escuadrones de accionistas novatos decidieron ensanchar su campo de acción a través de la red social Reddit abordando nuevas aventuras en los casos de las acciones de la salas de cine AMC, o Black Berry, Koss y Nokia. Se calcula que los hedge funds atrapados por la fronda de los espontáneos perdieron el equivalente a 20.000 millones de dólares.

Exultantes, la nueva masa decidió entrar en otro mercado: el de la plata, un espacio esencialmente controlado por los bancos, pero que, según el foro rebelde Wall Street Bets, los precios a los que cotizan son artificialmente a la baja. Lograron alzas en los primeros compases sin tener en cuenta que además de las múltiples aplicaciones industriales de la plata aparte de la orfebrería, los administrados de dinero han tenido una posición neta larga en el metal desde mediados de 2019. Además, el mercado de la plata mueve 1,5 billones de dólares, por lo que resulta más difícil de mover que GameStop. A la postre, las compras antiestatus terminaron entregando beneficios a los bancos y los fondos de inversión.

Esta irrupción "es un símbolo del poder de los inversores individuales sobre las instituciones tradicionales", según Anthony Scaramucci, exdirector de Comunicación de la Casa Casa Blanca en 2017

A partir de encontrar sus límites, la agitación se frenó. La acción de GameStop perdió cerca del 50% y el corredor en línea Robinhood (o sea, Robín de los bosques), muy popular entre los rebeldes, debió reforzar sus posiciones a la altura de 3,4 millardos de dólares.

Estos movimientos tan fuertes por la elevada cantidad de dinero que lo acompañaban provocaron una inquietante alza de la volatilidad de Wall Street, que se mide por el VIX, que ascendió a 35 puntos el pasado fin de semana, lo nunca visto desde que explotó la crisis sanitaria de la Covid-19.

El toque de alarma ha obligado a Janet Yellen, secretaria del Tesoro americano, y a la SEC (comisión que vigila la evolución de las acciones y las obligaciones) a entrar en acción, a la que sumará la Reserva Federal de Nueva York y la Comisión de Futuros de Materias Primas (a la vista de lo ocurrido con la plata).

La presidenta interina de la SEC, Allison Herreron Lee, demócrata, indicó que no había visto evidencia de que el mercado estuviese amenazado. "No hemos visto nada que tumbara al mercado". En cualquier caso, el Comité de los Servicios Financieros ha apuntado en su agenda una reunión el 18 de febrero.

A la espera de dictamen oficial, que versará sobre la protección de los inversores y de la eficiencia de los mercados, el salto de un nuevo elenco de inversores ha llamado la atención de los expertos. Esta irrupción "es un símbolo del poder de los inversores individuales sobre las instituciones tradicionales", según Anthony Scaramucci, exdirector de Comunicación de la Casa Casa Blanca en 2017. "Ellos tienen nueva tecnología. Es mucho más inteligente que antes. Y pueden agruparse", dijo Sanosh Rao, de Manhattan Venture Partners. Preguntándose qué vendrá después de GameStop, el reconocido experto El Erian, respondió: "Potencialmente está en juego la democratización de las finanzas, las interrupciones de la jerarquía del mercado impulsadas por la tecnología y la estructura del mercado en sí".

El célebre inversor Ray Dallio, fundador de Bridgewater, ha visto en esta movida una muestra de que la nueva generación "está comenzando a comprender la mecánica de los mercados".

Así que a partir de aquí, Dios dirá, pero, de momento, se oye aullar a los "lobos de Wall Street". Con los tipos de interés bajos y los enclaustramientos, la creación/destrucción de Schumpeter se ha puesto en marcha a toda máquina. 

Estos últimos días la historia de GameStop era visiblemente demasiado espectacular para dejarla escapar. La Metro-Goldwyn-Mayer ha comprado los derechos de un relato consagrado a este apasionante conflicto financiero para adaptarlo al cine, aun cuando el final está todavía por conocerse.