Profetiza el ministro Josep/José Borrell que acabaremos a hostias y lo cierto es que ayer, en la radio, el socialista Xavier Sardà terminó a gritos con el independentista Antonio Baños, diciendo collons y otras cosas muy feas. Y es que ya no se puede aguantar. Los de la rosa y el puño han tenido excesiva paciencia, pobre gente, nos han consentido demasiado, porque una cosa es la libertad y otra muy diferente, el libertinaje. Nos estamos pasando tres núcleos urbanos. No olvidemos que la rosa tiene espinas carniceras y que el puño pega unas leches de aquí te espero. Los socialistas del PSOE acumulan tropecientos años de honradez, ¿qué pasa? son la superioridad moral y la suficiencia de la clase ilustrada que ha venido a salvarnos, a encauzarnos, a armonizarnos, a protegernos de nosotros mismos. Son insuperables, ¿qué pasa? No podemos olvidar que Felipe González fue el mejor presidente de la historia de España, de la A a la X del GAL, y José Luis Rodríguez Zapatero de la Y a la Z. No podemos olvidar ahora, por una fiebre soberanista, que prometieron que apoyarían el Estatuto que aprobara el Parlament de Catalunya, que los amorosos socialistas tenían siempre tan buenas intenciones y tan buenas palabras con Catalunya, tan sencillas y tiernas, sólo teníamos quince años. Los sociatas no son como los de los demás partidos políticos, cuando gobiernan lo arreglan todo, quizás no tan rápidamente como quisiéramos, de acuerdo, pero es que no les hemos continuado votando durante suficientes décadas, indefinidamente, para que puedan terminar el trabajo de mejora y de modernización de España. Hemos decepcionado sus almas sensibles.

Sobre todo les hemos decepcionado porque si queríamos hacer una revolucioncita, una revuelta de las Sonrisas, una revuelta de los Catalanes, ¿qué nos costaba hacerla blandiendo la bandera del la rosa y el puño, qué nos costaba hacerla en favor de la España socialista, qué nos costaba hacerla exclusivamente de izquierdas? No señor, teníamos que hacer una revuelta catalanista contando con todo el mundo pero sin los socialistas españolistas, sólo por fastidiar, sólo para molestar, cuando todo el mundo que ha pasado por las facultades de la vieja Europa sabe que el socialismo es progresista y bueno mientras que el independentismo es malo e insolidario. Todo esto está bien estudiado por los profesores marxistas de Mayo del 68. Y sobre todo, ¿cómo hemos sido capaces de mover un dedo sin los sociatas, cuando ellos son los profesionales de las buenas intenciones y de las mejores palabras, cómo nos hemos atrevido a ir tan lejos contra el Estado sin ellos, cuando ellos son los profesionales de las revoluciones, cuando ellos tienen el monopolio de la verdad intelectual? Comparen a Miquel Iceta con Artur Mas y verán qué gran diferencia hay entre ambos, el uno es un burgués, de acuerdo, como el otro, de acuerdo, pero el uno es un burgués de izquierdas. O comparen a Xavier Sardà con Antonio Baños y verán que mientras el uno es un niño pijo el otro es... Es que si no veis las grandes diferencias entre ambos es que estáis adoctrinados por tevetrés, y no os acordáis de Crónicas marcianas y del gran nivel televisivo de hace unos años, cuando gobernaban los socialistas en España. La única manera de que esto no acabe a hostias es que volvamos a los tiempos en que gobernaba Zapatero en Madrid, Montilla en la Generalitat y Hereu en el Ayuntamiento de Barcelona. Entonces no había conflictos, no había problemas. Y mandaban los de la superioridad moral, los que tienen que mandar.