Todos los países celebran la independencia. Incluso muchos países felicitan a otros que la han conseguido. Casi cada semana, el secretario de Estado de Estados Unidos hace uno o varios comunicados, según las efemérides, felicitando sistemáticamente a los países que conmemoran su independencia. He tomado como ejemplo el primero que he encontrado en Google: "On behalf of President Trump and the people of the United States, I congratulate the people of the Dominican Republic on 173 years of independence". O sea que felicitan a la República Dominicana por haberse independizado. Si todo el mundo felicita a un país por haber conseguido la independencia, será que la independencia es algo bueno. De hecho, nunca nadie felicita a los países que son dependientes o que, a pesar de sus esfuerzos, no han sido capaces de conquistar la soberanía. Todo el mundo sabe las simpatías que generan naciones como Escocia o Quebec, pero nadie les felicitó porque en sus respectivos referendos la opción independentista perdió. Cierto que tampoco les dan el pésame, se supone que para no hurgar la herida.

Desde este punto de vista, en todo el mundo hay más independentistas que contrarios a la independencia de su país, si exceptuamos Puerto Rico, que es una historia geopolítica mucho más complicada. Globalmente hablando, los independentistas, por el hecho de serlo, no son gente egoísta, ni provinciana, ni cerrada. Simplemente quieren gobernarse a sí mismos en vez de que lo hagan otros. Dicho de otro modo, ser independentista es lo más natural del mundo. Y esto significa que los "dependentistas", los que no quieren la independencia de su país, estadísticamente en el mundo, no son tantos. Insisto en el estadísticamente. Son menos frecuentes, es decir, son más raros. Para que no me vengan con puñetas, sin lugar a dudas, en España la inmensa mayoría de españoles son independentistas. Llegados a este punto, la pregunta es ¿por qué, en un país donde una mayoría o una "minoría mayoritaria" quiere la independencia, hay gente que no la quiere? Sólo se me ocurren dos respuestas. O, por las razones que sea, no sienten el país como el suyo, o tienen unos privilegios que temen perder. Pero esto significa que por motivos particulares rechazan lo que en todo el mundo se considera algo bueno.

Si todo el mundo felicita a un país por haber conseguido la independencia, será que la independencia es algo bueno

Suele hacerse burla de que los catalanes conmemoran el aniversario de una derrota militar, cuando lo cierto es que rinden homenaje a los que deseaban tanto la independencia que incluso dejaron la piel en defenderla. La prueba es que la Diada la celebran los que quieren ejercer la soberanía y, en cambio, nadie se atreve a celebrar ni reivindica como propia la victoria de las tropas borbónicas de Felipe V y la represión que vino a continuación.

En fin, todavía nadie felicita a Catalunya por su independencia. Quizás en el futuro, el Onze de Setembre o el 27 de Octubre Catalunya reciba una felicitación del presidente de Estados Unidos. Ahora bien, tampoco parece que haya motivos para felicitarla por seguir formando parte de España. De hecho, nadie lo hace.

Que tengan buena Diada.