La "encuesta prohibida" que publica The National añade emoción al reparto de votos dentro de cada bloque, independentista o unionista. Cuesta llamar ahora "constitucionalista" al bloque unionista porque los comunes dicen que son republicanos y los de Vox, franquistas sin vergüenza. En este bloque queda claro que la caída de Ciudadanos se la reparten PSC y Vox. Ya es seguro que el partido de la extrema derecha superará el Partido Popular, a pesar de la buena campaña de su cabeza de lista, Alejandro Fernández, que no ha podido luchar contra los elementos como ha estado la confesión de Bárcenas.

Más interesante es lo que puede pasar en el bloque independentista. The National no otorga ninguna representación parlamentaria al PDeCat, porque en ninguna de las cuatro demarcaciones el partido de Ángeles Chacón llega al mínimo del preceptivo 3% y queda lejos del último escaño en juego en las circunscripciones de Tarragona, Lleida, y Girona, donde hace falta bastante más del 3% para conseguir a un diputado. Vale decir que Chacón y su asesora Verónica Fumanal, que lo fue de Albert Rivera y de Pedro Sánchez, juran y perjuran que sus sondeos les aseguran representación. Lo cierto es que saque o no saque diputados, los votos del PDeCat pueden decantar el resultado. Antiguos votantes convergentes expresan su desazón porque les gusta el discurso de Chacón pero tienen miedo que se convierta en un voto perdido y tampoco le quieren hacer un feo a Carles Puigdemont, a quien siguen considerando presidente legítimo. Evidentemente, si el PDeCat saca 70.000 votos como le otorga el sondeo de Feedback para The National, no obtendrá ningún diputado pero le hará perder algunos al bloque independentista, porque 70.000 votos más o menos por la franja alta sí que se traducirían en escaños, y los indepes van por delante pero nada sobrados. Y queda claro que si no hay mayoría de escaños independentista la habrá de la otra.

Si el PDeCat saca diputados, para formar gobierno independentista haría falta un acuerdo a cuatro, es decir con la CUP y el PDCat a la vez, además de Junts y ERC, lo cual quiere decir que se cumpliría nuevamente la ley de Murphy. Cualquier situación es susceptible de empeorar

Sin embargo es posible que entre el 30% electores que todavía no se han decidido haya bastantes que duden entre el PDeCat y JxCat y por lo tanto no hay que descartar la presencia en el Parlament de diputados centristas, partidarios de la escuela concertada, de la colaboración públicoprivada y de suprimir el impuesto de sucesiones. Sería una contribución a la estabilidad si Junts, ERC y el PDeCat sumaran mayoría, porque ya no haría falta el concurso de la CUP, pero según la evolución de los sondeos es un escenario poco probable. Más factible parece que con diputados del PDeCat para formar gobierno haría falta un acuerdo a cuatro, es decir con la CUP y el PDCat a la vez, además de Junts y ERC, lo cual quiere decir que se cumpliría nuevamente la ley de Murphy. Cualquier situación es susceptible de empeorar.