España ya se ha consolidado como el país con más paro de Europa. Antes de la pandemia, éramos los segundos por la cola, pero tal como predije en las redes al inicio de la pandemia, ya hemos superado a Grecia. De hecho, el estado español es el único que ha superado el 20% de paro en Europa durante tres ciclos en las últimas décadas, y no recuerdo que nunca haya alcanzado el pleno empleo, que se establece en torno al 5-6%.

En paro juvenil la situación es todavía más preocupante, porque ya volvemos a estar cerca del 40%. ¿Por qué pasa eso? ¿Por qué España no ha sido capaz de generar empleo suficiente para sus ciudadanos a lo largo de la historia? Creo que es un problema de prioridades, dudo de que nunca haya sido la máxima prioridad del Gobierno, ni de los poderes del Estado. De hecho, durante gran parte del siglo XX varias regiones de España sufrieron oleadas intensas de inmigración, algunas de las cuales tenían como destino Catalunya. Aquí, el carácter industrial y comercial durante siglos creaba puestos de trabajo en las fábricas, no sólo en el siglo XX, si no prácticamente desde el siglo XVIII en las diversas revoluciones industriales.

Pero reconozco que últimamente también en Catalunya está costando generar puestos de trabajo, en parte porque cada vez es más difícil generar empresas y proyectos de emprendeduría, pero quizás peor todavía, cada vez hay menos gente cualificada para cubrir las demandas de los puestos de trabajo que se generan en nuestra casa.

Como presidente de la Cambra, me sorprendió mucho que el principal problema que me encontré, sobre todo previo a la Covid, fuera que todos los sectores se quejaban de falta de personal cualificado. De hecho, las encuestas hechas por la Cambra de Barcelona los últimos 10 años cada vez mostraban una situación peor, llegando al 2018 y 2019 a un 25% de las empresas que decían que no podían crecer por falta de personal cualificado. Incluso en una consulta que hicimos en 2019, el 79% de los empresarios decían que tenían dificultades para encontrar personal cualificado.

Sin entrar en detalles, los perfiles demandados eran de todo tipo, no sólo ingenieros o informáticos, también carpinteros, soldadores, técnicos de la construcción, pescaderos, carniceros, costureros...

El paro es el problema más grave del país, el que más preocupa a la mayoría de la sociedad y no podemos dejarlo en segundo término. Reducir el paro es quizás la mejor política de izquierdas

¿Cómo se entiende, pues, que con esta falta de personal cualificado tengamos un 40% de paro juvenil y un 17% de paro general, en el caso de Catalunya el 14%? Pues porque seguramente no lo estamos haciendo suficientemente bien, o lo podemos hacer mejor. Pero mi gran pregunta es, ¿por qué durante la campaña electoral este no fue un tema claro de debate? ¿Por qué en el pacto de gobierno ERC-CUP no se plantea este tema de forma central cuando según el CEO es la principal preocupación después de las relaciones Catalunya-Espanya? Nuestro programa electoral, el de Junts per Catalunya, dedica uno de los siete ejes principales al paro con propuestas para llegar al pleno empleo y de calidad, que es lo que pienso que tendría que ser, después del tema nacional, la primera preocupación de toda la clase política catalana. Yo estoy convencido de que un estado independiente, sin déficit fiscal, podrá tener el pleno empleo al cabo de 5-10 años, depende de qué políticas se hagan. De hecho, invertir en I+D+i el 3% del PIB en lugar del 1,5% actual (3.500 millones de los 16.000 de déficit fiscal reconocido), permitiría con mucha seguridad llegar al pleno empleo, que es lo que tienen todos los estados pequeños de Europa que destinan entre el 2,5 y 3,5%.

Pero, entretanto, mientras no disponemos de los recursos y la capacidad legislativa para hacerlo posible, habría que aplicar políticas que nos acerquen a eso al máximo. Bajo mi punto de vista, eso pasa por potenciar el SOC para que sea una verdadera herramienta para la reducción del paro (actualmente sólo un 3% de los empresarios lo utilizan), potenciando todavía más la FP Dual como los países de Europa que tienen pleno empleo (Austria, Alemania, Inglaterra...), con diálogo constante con el mundo empresarial para ver qué necesidades tienen y cómo cubrirlas, permitiendo por ejemplo que las cámaras catalanas tengan un papel más activo en la solución, como los países europeos que tienen llena ocupación (puedo afirmar que ni la Conselleria de Treball ni Educació nos han permitido hacerlo, a pesar de pedirlo los 13 presidentes varias veces), fomentando el papel del aprendiz adaptado al siglo XXI para ayudar a la inclusión laboral del fracaso escolar, o promoviendo un frente común en Madrid para recuperar las competencias de trabajo ante los ERE.

Estas son algunas de las actuaciones que creo que habrá que hacer a corto plazo si queremos reducir significativamente el paro. Al menos en todo lo que pueda dedicaré mis fuerzas, ya que, insisto, después del problema "nacional", este es el problema más grave del país, el que más preocupa a la mayoría de la sociedad y no podemos dejarlo en segundo término. Reducir el paro es quizás la mejor política de izquierdas, aunque lo diga alguien que es tildado día sí, día también, de no serlo... ¡Es el paro, compañeros!

 

Joan Canadell, diputado del Parlament de Catalunya por Junts per Catalunya