Me sorprendió positivamente la intervención del alpinista Ferran Latorre en Catalunya Ràdio, preguntado sobre los Juegos Olímpicos del Pirineo. Entre otras cosas, se cuestionó: ¿pero nos hacen ilusión estos juegos?

Más allá de los argumentos favorables o contrarios a los Juegos, lo que hay que saber es si como país nos hacen ilusión. Estoy muy de acuerdo con esto. También coincido con Latorre en que es difícil de valorar, por el hecho de que todavía no conocemos la propuesta en detalle.

La ilusión en los Juegos del 92 que abrieron Barcelona al mar es la que ahora tendríamos que recuperar, teniendo claro que Barcelona está "dentro de Catalunya", pero no "es Catalunya". Igual que el Pirineo está en su mayoría en Catalunya, pero tiene tanto derecho como Barcelona a que le apoyemos si tiene ilusión por hacer estos Juegos. Ahora podemos abrir Catalunya a las montañas y dar a conocer el Pirineo al mundo.

Ciertamente, son unos Juegos que pueden ser ilusionantes, si sirven para poner en el mapa del mundo el Pirineo catalán; si hacen que después de los Juegos haya gente de todo el mundo que se plantee visitarlo sea en invierno o cualquier otra estación; si equipos deportivos deciden que es un buen lugar para hacer largas estancias como ya pasa en la Seu d'Urgell, gracias al canal de aguas bravas hecho en el 92. Sería muy ilusionante que, a raíz de los Juegos, emprendedores vieran el Pirineo catalán como un buen lugar para establecer una start-up, porque al fin conseguimos tener red 5G en todo el Pirineo. Digo esto porque, como presidente del Consell de Cambres, propuse en 2020 un proyecto para hacer una especie de 22@ en la Cerdanya, y si eso se hiciera, tendría un éxito mucho más grande con los Juegos en el Pirineo. De hecho, opino que sin los Juegos Olímpicos del 92, hoy el 22@ no sería una realidad, y está generando miles de puestos de trabajo de gran valor añadido. ¿Quién dice que el Pirineo no puede ser una región tecnológica como lo es la región alpina Ródano-Alpes?

Sería muy ilusionante para los jóvenes de la Cerdanya y Alt Urgell que la línea de tren a Puigcerdà pueda tener trenes que en menos de dos horas estén en Barcelona, o para los del Pallars que tengan líneas de bus más rápidas con carreteras que permitan acortar de forma significativa los tiempos actuales para bajar a la capital o moverse en transporte público sostenible entre las diferentes comarcas del Pirineo. Más que ilusionante, en este caso, haría que muchos jóvenes decidieran que su futuro continúe vinculado al lugar en el que nacieron, y no verse forzados a irse. Si no queremos una Catalunya vacía, tenemos que hacer propuestas que arraiguen a la gente, y esta, si los habitantes del Pirineo lo ven bien, es una de las mejores opciones para hacerlo posible.

Si no queremos una Catalunya vacía, tenemos que hacer propuestas que arraiguen a la gente, y esta, si los habitantes del Pirineo lo ven bien, es una de las mejores opciones para hacerlo posible

Ilusionaría también al sector turístico, sin duda, de los que más puestos de trabajo crean en el Pirineo, si su territorio fuera visitado por turistas internacionales durante todo el año, dando a conocer el patrimonio cultural, las tradiciones, el mejor románico del mundo, la gastronomía, los paisajes, la fauna... Este sector está representado prácticamente al 100% por pequeñas empresas, a menudo familiares que generan puestos de trabajo y que suponen un claro arraigo territorial. Los restaurantes de montaña, las empresas de deportes de aventura, los guías de montaña, lampistas, carpinteros y muchos otros que tienen trabajo principalmente gracias al turismo no suponen per se sueldos bajos, no es cierto. Si hay todavía algunos trabajos que se pagan con el salario mínimo español, lo que toca es subirlo y eso sólo lo podremos hacer cuando seamos un estado independiente, haya o no unos Juegos Olímpicos.

Y con esto entro en el tema nacional. Sería muy ilusionante, extremadamente ilusionante, que los Juegos del Pirineo 2030 sean los primeros Juegos de la Catalunya independiente, y que así diéramos a conocer una gran parte de nuestro país, y eso es posible; sobre todo, si como representantes políticos mostramos a los habitantes del Pirineo nuestra empatía y compartimos su ilusión, si así lo deciden. Al contrario, no quiero imaginar qué pasaría si, a pesar del voto favorable de los ciudadanos del Pirineo, decidiéramos por las presiones del área metropolitana que no se tienen que hacer estos Juegos.

Sobre el tema de Aragón, sería muy poco ilusionante que estos Juegos los quisieran capitalizar como Juegos compartidos. De ningún modo; si quieren hacer unos Juegos, que los pidan ellos y a ver si se los conceden, pero parece que ni en Madrid ni en el Pirineo aragonés tienen mucho éxito en eso. Sería muy ilusionante, en cambio, que los primeros Juegos que pedimos desde el Pirineo catalán sean concedidos y, en todo caso, acordemos alguna de las pruebas en Aragón para evitar inversiones que no tengan sentido en el futuro, igual que también sería muy ilusionante que se hicieran pruebas en Andorra y en la Catalunya Nord o, cuando menos, que vieran estos Juegos de con ilusión para cohesionar la nación catalana. Que ahora los Juegos se pidan desde el COE sólo es un tema administrativo, igual que pedimos los Next Generation al Estado ¡y nadie hace aspavientos! Lo que hay que hacer es trabajar para ser independientes antes de 2030 y, en todo caso, será un aliciente más para alcanzarlo.

Finalmente, sobre el tema del cambio climático. Queda claro, porque además lo exige el COI, que estos Juegos o serán sostenibles, o no serán. Sobre el debate de si habrá nieve, yo no entiendo demasiado, por lo tanto, tendremos que escuchar a los expertos, pero no podemos decir simplemente que no porque cada día "parece" que haya menos nieve. Yo organicé una prueba de esquí de montaña para diciembre de 1987 en la Cerdanya, y no había ni una gota de nieve, y lo tuve que aplazar a finales de febrero. El fin de semana pasado había bastante nieve en la Cerdanya para no tener que suspenderlo, 35 años más tarde...

Dejemos que los expertos climáticos nos expliquen escenarios, y los técnicos en gestión de la nieve nos digan en qué escenarios se puede asegurar que se hagan unos Juegos, igual que en 2020 se ha podido celebrar la Copa del Mundo de Snowboard en la Molina. ¿Tan claro tienen los críticos que dentro de ocho años no se podrá hacer una prueba en nieve en la Molina? Y en Boí, donde esta semana se celebra la Copa europea de Esquí de Montaña, o en Vaquèira, donde obviamente la nieve natural es mucho más abundante que en la Molina... Por favor, escuchemos a los científicos y a los técnicos y después decidamos.

Acabo haciendo mención de una comparecencia del equipo de treinta expertos académicos que presentaron el Plan Catalunya 2022 en el Parlament hace pocos meses, donde de sus conclusiones, el punto en el que más énfasis hicieron es necesario que la sociedad catalana tome sus decisiones en base a datos, y no a titulares mediáticos o posicionamientos populistas. Por favor, escuchemos, informémonos y decidamos si queremos los Juegos, y si es que sí, pongamos todos la máxima ilusión. Serán los mejores Juegos de Invierno de la historia, ¿cabe alguna duda?

 

Joan Canadell, diputado de Junts en el Parlament de Catalunya y expresidente de la Cambra de Barcelona y del Consell de Cambres de Catalunya