Antes de la pandemia, entre 2018 y 2019, en Catalunya recibíamos aproximadamente dos nuevas inversiones de multinacionales cada semana, de aquellas que generan valor añadido y puestos de trabajo. Esto no pasaba en ninguna otra comunidad del Estado, por mucho que las estadísticas del Estado concentren el 75% de las inversiones extranjeras en Madrid. El efecto sede y las inversiones financieras no productivas son la explicación a estas cifras. Sólo hay que observar que el país que más invirtió en España en 2019 fue Luxemburgo. No sé cuántas empresas productivas y tecnológicas hay en este pequeño país, pero es obvio que no son las inversiones que más nos interesan en Catalunya.

Dicho esto, y pasado el periodo más intenso de crisis pandémica, que ha frenado también las inversiones extranjeras, se vuelve a ver en Catalunya un ritmo de inversión extranjera similar al previo a la crisis. En los últimos dos meses he podido contabilizar en los medios de comunicación el anuncio de al menos 15 inversiones de multinacionales. Pero no sólo es importante el número, también lo es la calidad de las inversiones. De estas, quiero destacar varias que implican la creación de hubs tecnológicos en nuestro país, cosa que ya empezó a pasar durante el 2018 y el 2019. Catalunya parece, pues, que se orienta a ser un territorio hub de hubs tecnológicos de alto valor añadido.

Para ilustrarlo, querría mencionar algunos de los detalles que dan las empresas que se están instalando en nuestra casa.

En el caso de Unmaned Life, compañía de robótica avanzada, traslada a Catalunya su hub tecnológico central que hasta ahora estaba en Bruselas, ampliado con veinte ingenieros, y lo hace, dice, por la facilidad de encontrar talento cualificado y la fortaleza del sector TIC en Catalunya.

La norteamericana Pepsico abrirá un hub digital de nivel mundial con 400 trabajadores en Barcelona y dice la empresa que lo hace porque es uno de los hubs más importantes en Europa gracias al ecosistema formado por start-ups, centros tecnológicos, empresas TIC y universidades, así como la capacidad para crear y retener talento digital.

La alemana Festo instala en Catalunya su hub mundial de venta digital, y ha escogido Catalunya entre las 250 delegaciones que tiene en todo el mundo por nuestras universidades y, sobre todo, porque es un polo de atracción de talento, especialmente digital.

La empresa sueca Essity ha instalado en Barcelona el centro de excelencia logística mundial con 180 profesionales porque nuestras universidades generan buenos profesionales y es una ciudad atractiva para traerlos de fuera.

Finalmente, la estonia Veriff ha anunciado la instalación del hub técnico de ingeniería y producto en nuestra casa, con 300 trabajadores de 35 nacionalidades, porque somos un potente centro tecnológico europeo y tenemos algunos de los mejores talentos en producto e ingeniería del mundo.

Todas estas empresas, pues, y me consta de la etapa como presidente de la Cambra de Barcelona que me permitió visitar diversas, vienen a Catalunya porque encuentran el mejor talento o porque les es muy fácil conseguir que el talento venga a trabajar a Catalunya. Por eso es tan importante un hub intercontinental aeroportuario que facilite más todavía la movilidad del talento.

Ahora estamos en una nueva legislatura que tiene que dar un paso más en la transformación del modelo económico hacia la sociedad del conocimiento, y, de hecho, ya lo estamos haciendo

¿Por qué pasa esto? Pues seguramente hay múltiples causas, pero sin duda arranca hace más de 20 años con las negociaciones del president Pujol para priorizar la inversión en el primer supercomputador del Estado y el primer sincrotrón en el sur de Europa, con el trabajo hecho en los últimos años para la potenciación de los centros tecnológicos y muchas cuestiones más como el buen nivel de las universidades catalanas de desarrollo del talento, y la gran tarea realizada desde Acció para captar nuevas inversiones.

Ahora estamos en una nueva legislatura que tiene que dar un paso más en la transformación del modelo económico hacia la sociedad del conocimiento, y de hecho ya lo estamos haciendo, como demuestran estas inversiones, aunque la mayoría de la sociedad no se da cuenta de ello porque no llenan titulares en los medios, que prefieren seguir anclados en el discurso de la supuesta "fuga" de miles de empresas del 2017, cuando la realidad es que sólo cambiaron domicilios fiscales, y en ningún caso movieron ningún centro productivo y menos tecnológico.

Pero que no sea titular de diarios no quiere decir que este Govern no trabaje en ello. En los presupuestos del 2022 hay muchas partidas destinadas a la sociedad del conocimiento y en la actividad legislativa también hay varias acciones en marcha. Sólo citaré algunas para no alargarme. Tenemos la ley de la ciencia en trámite, la que será seguramente la primera ley de la legislatura de transformación, y el pacto nacional de la sociedad del conocimiento como compromiso de despliegue. Pero los presupuestos tienen también una importante partida en digitalización de la economía para fomentar el talento y la innovación, la transferencia tecnológica, la nueva economía del espacio, impulso de los centros tecnológicos, el desarrollo de tecnologías avanzadas como la IA, las tecnologías cuánticas o el blockchain.

En este sentido, el trabajo iniciado por el nuevo Departament de Polítiques Digitals la anterior legislatura, ahora con rango de vicepresidencia, junto con la Conselleria d'Universitats, que en esta legislatura ha salido reforzada yendo en solitario y con un 44% más de presupuesto, marcará el futuro de Catalunya, que camina con determinación hacia una verdadera sociedad del conocimiento. El día que dispongamos de los recursos de un estado, esta transformación podrá ser mucho más amplia para situarnos sin complejos a la altura de los estados más desarrollados del mundo en la sociedad del conocimiento.

 

Joan Canadell i Bruguera, diputado de Junts per Catalunya