Hola, me llamo Pep Florolos pero todo el mundo me llama Pep Pormisgüebos. ¿Y sabe por qué me llaman así? Efectivamente, lo ha adivinando, porque yo las cosas las hago pormisgüebos. Y pormisovarios. En este segundo caso cuando me llamo Pepa. Porque yo y yo somos lo más importante. Es lo que siempre me digo: si yo no hago lo que me place, a ver si lo hará otro. ¡¡¡Y eso nunca!!!

A mí lo que digan las autoridades me la sopla. Mucho. Si recomiendan que este fin de semana no vayamos al Montseny, ¿qué hacemos yo y yo? ¡¡¡Al Montseny!!! ¡Directos! Mire que me molesta levantarme pronto, pero hoy a las 9 ya estábamos en el sitio. Yo, yo y muchos otros de los Pep Pormisgüebos (y Pormisovarios) que vienen i van. Mire si había, que a las 10 ya han cerrado los accesos. ¡A las DIEZ todos los aparcamientos estaban llenos! ¡¡¡Ja, ja, ja!!! Hemos estado media horita y entonces no hemos ido corriendo hacia la zona de Olot, para colapsarla también. ¡¡¡Oooooh, qué placer!!! Lástima que allí hemos encontrado un atasco brutal y ya no hemos estado a tiempo de ir a colapsar Montserrat. Por suerte, Pep Josep Florolos, mi primo, sí que ha podido estar en representación mía. Y ha conseguido un caos tan bonito que la cola llegaba a Olesa. Ahora hemos quedado que la próxima semana iremos al Berguedà, porque es que hoy ya no nos daba tiempo. Y aparcaremos en los lugares donde molestemos más. Y si podemos impedir el paso de la gente que venga detrás y colapsar la salida de los que se quieran ir, perfecto.

Y ahora usted me preguntará cómo es que a pesar de las recomendaciones de no ir a un lugar, yo y yo vamos. Pues porque nos da la gana. ¿Es un argumento lo bastante claro? Bueno, y sobre todo porque, ¿a Usted lo han llamado diciéndole que está prohibido ir a ciertos lugares con el coche? Porque a mí no. ¿Está re-co-men-da-do? Sí, ¿pero sabe por dónde me las paso yo las recomendaciones? Y es que, además, yo necesito relajarme y respirar aire puro, que yo y yo estamos muy estresados. El resto de la gente no, pero yo y yo, sí. Y el fin de semana necesitamos aislarnos en la tranquilidad que se respira EN los aparcamientos del Montseny, de la Fageda o de Montserrat. Bueno, en los aparcamientos y en los 200 metros alrededor, que es por donde paseamos yo y yo. A no ser que encontremos un campo sembrado para pisar o un cerrado con animales para poder dejar la valla bien abierta. En estos casos, y con el noble objetivo de dar por el saco todo lo que sea posible, sí que nos movemos un poquito más allá de nuestra zona de confort.

Y a los que nos critican a yo y a yo, que les den. Mucho. En la montaña hay menos gente que en el metro, que allí sí que se contaminan todos, como borregos. Que por venir aquí con los niños, no pasa nada, aunque precisamente se han suspendido las competiciones deportivas escolares de los fines de semana para evitar desplazamientos. Pero como le he dicho al principio yo soy Pep Pormisgüebos (o Pepa Pormisovarios) y hago las cosas por el concepto de mi propio mote. ¿O es que me dirá que la famosa curva ha subido por mi culpa? ¿Verdad que puedo ir a trabajar?... bien, si no tengo un bar, un restaurante o un centro de estética... ¿Pero puedo ir o no? Pues dejad de tocarnos las narices. A mí y a yo. ¡Basta de demagogia, que ya está bien!

Y eso no lo pensamos sólo yo y yo. Lo piensa también el resto de los Pormisgüebos (y Pormisovarios) que nos encontramos cada día en la puerta del bar donde vamos a buscar el café por llevar y que nos lo bebemos allí mismo, mientras fumamos a menos de un metro los unos de los otros con el bozal en la barbilla.

¡Basta ya de criminalizar a los que hacemos exactamente lo que nos sale de los güebos! A ver si al final resultará que la culpa será nuestra y no de los otros...