TV3 afronta diversos grandes retos que, en función de como los resuelvan, marcarán el futuro de los medios públicos en nuestro país y modificarán o no el mapa comunicativo. A saber:

- El descenso de la audiencia por el aumento de la competencia de los canales de TDT, a lo que hay que añadir el descenso en el consumo de TV tradicional por la llegada de la TV por Internet y sus ofertas específicas.

- Los cambios en el consumo televisivo que provocan un envejecimiento de la audiencia. Los jóvenes no ven TV convencional y eso genera el fenómeno del pez que se muerde la cola: si siguen haciendo la misma programación no sumarán nuevos clientes, pero si la renuevan quizás pierden parte de la que tienen y los nuevos tampoco vendrán porque ya están en otra cosa, pero si no la renuevan entonces seguro que no llegará nueva audiencia.

- Y, como consecuencia del punto anterior, la tentación de buscar la audiencia a cualquier precio. Y eso haciendo unos programas que los espectadores de TV3 no están acostumbrados a ver y, lo que es peor para la cadena, que una parte del público catalán se los mira en otras cadenas pero censura que sean emitidos por TV3. Y, efectivamente, hablo de reallitys como "Juego de cartas" y, sobre todo, "Fuera de Carta", el debate posterior.

- Una plantilla sobredimensionada en cifras y con unos sueldos de un nivel tal que, una vez pagadas las nóminas, el presupuesto para poder gastar en hacer programas no llega para hacer mucho.

- Las zancadillas lógicas de las empresas de la competencia, tanto catalanas como españolas, a las que hay que sumar las campañas de difamación con trasfondo político y la guerra de los autonombrados "defensores del bilingüismo" a quién les molestan lo medios de comunicación en catalán que sean potentes.

- Para poder tener los deportes que dan audiencia hay que pagar derechos a unos precios fuera de mercado para una cadena pública de un país de sólo 7 millones de habitantes e insertado en un mercado doméstico con empresas que pueden pagar millonadas por el fútbol, el baloncesto, las motos y la F1.

- Los partidos del Barça, uno de los grandes cebos para arrastrar audiencia, ya sólo pueden verse muy de vez en cuando en la Champions. Mientras, los goles de la liga para emitir en los TN y en los programas deportivos hay que ir negociándoles año a año, hasta que un día los dueños de los derechos quizás cierren definitivamente el grifo. Y con respecto al día a día, el club ya tiene su propio canal y, lógicamente, quiere gestionar la información a su gusto y sacando el máximo de beneficio sin intermediarios.

Y con este panorama, hoy TV3 ha tirado la casa por la ventana y nos ha ofrecido uno de aquellos productos sello de la casa, que crean marca y dan audiencia y prestigio. Y lo han bautizado como "Wembley: el inicio de todo". Claro, entre el nombre este, que hace 25 años de Wembley y las promos que han ido pasando estos días, yo me he sentado en el sofá de casa pensando ver un programa sobre Wembley. Y no. Ha sido un programa sobre Cruyff y sobre su fundación. Que ya me está bien, oiga, pero si me lo dicen desde un principio. Sería como si me prometen unos guisantes ahogados y me sirven una sepia con guisantes. Ojo, que me gusta. Mucho. Y es un gran plato. Y me lo comeré. Pero oiga, en la carta decía guisantes ahogados, no se crea que no me había dado cuenta.

Dicho esto, el documental estaba muy bien hecho. Se ha notado que detrás hay horas y horas de preparación, de planificación y de trabajo de grabación y de montaje. Y hay una intención y un hilo narrativo que aprovecha les transcurrir de las diferentes intervenciones para explicarnos una historia personal que emociona y que es un homenaje a Cruyff. Visualmente, imagen muy cuidada, montaje muy aseado, movimientos de cámara con intención, música muy bien escogida que no molesta pero sabe resaltar momentos y un ritmo y un tempo que han funcionado a la perfección. Y argumentalmente, mezcla de momentos divertidos, nostálgicos, emocionantes y con anécdotas de aquellas que gusta escuchar, sobre todo en la voz de Hristo Stoichkov, un hombre muy dotado para el espectáculo. O sea, en una hora, hemos tenido de todo y variado y la cosa ha pasado sin darnos cuenta. Aunque todavía ahora no entiendo que hacía Artur Mas por allí en medio. Si, ya sé que nos han dicho que la foto de su whatsapp es una de él con Cruyff, pero no tengo muy claro que eso justifique la aparición...

Pero vaya, estos son los productos que hacen marca en esta TV3 que lucha por encontrar su camino en la era de Netflix y Twitter. como tuvo que encontrarlo cuando fue creada y competía teniendo unos estudios situados en un piso de la calle Numància de BCN y pasando culebrones brasileños. Hoy el departamento de deportes puede estar contento porque ha ofrecido un buen producto. El problema es que mañana no se puede hacer otro programa como este, pero hay que seguir compitiendo. Y este es el gran reto ahora mismo.