No podemos negar que eso del juicio en el Supremo es variadito. Hemos pasado de hablar de armas de guerra, de conos voladores (no de consoladores, haga el favor de leer correctamente), de butifarras y del sonido típico del tumulto a estar dos días atascados con un tal Toni.

Hemos pasado de tener mucha prisa y acabar las sesiones a las tantas a despacharlas, como esta mañana, en un cuarto de hora. Y con Toni ocupando la mayoría del tiempo. Si eso fuera fútbol Toni tendría el 70% de la posesión.

Se ve que Toni organizó el referéndum, construyó las urnas, fabricó las papeletas (una por una y con sus propias manitas) y votó 2 millones y medio a veces. Él solito.

Y todo porque los fiscales que intentan probar la malversación sufren el síndrome del "se nos ha acabado". Les sucede como cuando vas a comer el menú en un restaurante, miras los primeros y dices... "¡¡¡Mmm, ensaladilla rusa!!! ¿La hacen ustedes"?. Y el camarero/ra te dice: "Sí, buenísima, pero se nos ha acabado. Acabamos de servir la última ración. Ahora, si quiere nos quedan los farfellos con klanders, que están espectaculares". Y tú ves como delante de tus (tristes) ojos, el mundo se despedaza a trozos. Sobre todo porque odias los farfellos con klanders.

Pues bien, fiscalía iba a por la ensaladilla rusa (llámele la malversación) y ya hace días que no queda. Pero hace días que ellos van insistiendo: "¿Oigan, seguro de que no hay ensalada rusa?". Y no. Y cada testigo que pasa por allí a hablar de ensaladilla rusa les acaba sirviendo farfellos con klanders. Ojo, pero a carretadas. A la fiscalía les acabarán rebosando los farfellos con klanders por el duodeno.

Y el problema es que los farfellos con klanders los cocina un tal Toni, que es el nombre que todos los testigos dan cuando les preguntan quien los llamó para encargarles un trabajo que no se sirvió, que no se facturó, del cual no hay ninguna factura, que nadie pagó y que nadie cobró. ¿Y, quien es Toni? Bien, en Catalunya hay 97.965 seres humanos masculinos que se llaman Antoni. Quizás la solución es convocarlos a todos como testigos e ir preguntándoles:

―¿Oiga, usted es Toni?

―Sí, me llamo Toni, como los otros 97.964 que han pasado antes por aquí...

―¡CULPABLE!

Pero aparte de Toni, que podría protagonizar la campaña de primavera de una compañía de telefonía, hoy también podemos añadir "pirulo" a la lista de palabras muuuy bonitas. La ha expresado la fiscal Consuelo Madrigal referida a los cilindros donde se engancha o se cuelga publicidad. Y, francamente, oír como ella, que siempre parece salida de "Perruqueria Paqui, especialidad en cardados" dice "pirulo", me ha emocionado sobremanera.

Del resto de la corta sesión del día destaco dos cositas:

1/ la pequeña discusión entre el abogado Benet Salellas y el juez Marchena por el hecho de preguntarle a los testigos si son o no socios de Òmnium. Una polémica que su señoría ha despachado con un "¡no hombre, no! tras la pregunta no se busca ni se condena ninguna adscripción ideológica, dónde va a parar".

Bien, pues si no es por eso, ¿qué sentido tiene la pregunta? ¿Verdad que a nadie le preguntan si es socio del Barça? ¿O de los Castellers de l'Alt Maresme? ¿O de la peña l'Esquellot de l'Aplec del Caragol de Lleida? ¿O del club de remo de Sant Jaume d'Enveja? Entonces, ¿qué sentido tiene la pregunta de si la gente es o no socia de Òmnium?

I 2/ Por varias preguntas de los abogados, hemos sabido que unos cuantos de los testigos que fueron llamados por Toni, en su día declararon ante la Guardia Civil sin orden judicial y sin asistencia de ningún abogado. Y, sobre todo, sin "pirulo". Y no pasa nada...