¡¡¡Hooombre, ya era hora!!! ¡¡¡Como hemos sufrido los últimos 8 años, oiga!!! Nosotros, anti-yanquis convencidos y militantes, hemos tenido que aparcar la ideología y vivir reprimidos. Por una buena causa, sí, pero ha sido terrible. Demasiado tiempo.

Claro, como el que mandaba era de los nuestros... pues, venga, a aguantarse. Porque, cuando manda uno de los nuestros, entonces priorizamos. Si es de los nuestros, disimulamos. Pero si es un Bush o un Trump cualquiera, nos brota este antiamericanismo genético que no podemos reprimir. Bien, que no podemos ni debemos reprimir.

Y ahora usted se preguntará: "¿Qué prefieren, tener que reprimirse la genética o disfrutar de un presidente de los suyos"?. Pues mire, le seremos muy sinceros. Es como si le pregunta a un culé de piedra picada si prefiere que el Madrid pierda por 8-0 una final de la Champions jugada en su campo y con 7 goles en propia portería de Cristiano Ronaldo y uno de Ramos o que la gane el Barça. ¿La respuesta es clara y evidente, verdad? ¡¡¡QUE PIERDA EL MADRID!!! Pues eso.

¡¡¡Ohhhh, qué descanso!!! Por fin podemos volver a sacar todo lo que llevamos dentro e insultar al presidente de EE.UU.!!! ¡Facha! ¡Asqueroso! ¡Merluzo! ¡Abrazafarolas! ¡Bobo! ¡Zoquete! ¡Cabeza de chorlito! ¡Golfo! ¡Y podremos añadir nuevos insultos a la lista, como por ejemplo Ensaimadón! (hombre que lleva una ensimada horrorosa en la cabeza) o caracalabaza (hombre del mismo color que este producto). ¡¡¡Oh, QUÉ PLACER!!!

Y ahora, por fin, ya podemos decir que aquello de los americanos no es una democracia. Porque cuando no ganan los nuestros, entonces los resultados no son democráticos. Nunca. Y qué placer poder decir que los norteamericanos son unos inútiles que no saben ni votar. Pudiendo dar apoyo a la Hillary, una mujer del pueblo, humilde, nada estirada, que transmite confianza, y sobre todo de los nuestros, van y votan a un individuo machista, homófobo, racista y vulgar. O sea, imaginen de qué tipo de candidata estamos hablando de que la gente ha preferido... ¡votar a Trump o, directamente, no ir a votar!. ¡¡¡TO-TAL-MEN-TE ME-MO-RA-BLE!!!

¡Ohhhh, qué gustazo! Gritemos juntos: ¡"O-TAN, no ba-ses fu-e-ra! ¡Trump dimisión! ¡Basta de silicona en la Casa Blanca!".

Serán cuatro años muy intensos donde cada día podremos dedicar un rato de nuestra jornada laboral a sacar de dentro lo que hemos estado almacenando todo este tiempo. Qué liberación, oiga. Y, sobre todo, si dedicamos tiempo a eso, piense en 1/ la cantidad de dinero que ahorraremos gracias a no ir tan a menudo a perder el tiempo a la máquina del café y 2/ qué cantidad de tóner ahorraremos no pasando el día arriba y abajo para hacer fotocopias.

¡¡¡Ah, y lo mejor de todo!!! Podremos volver a manifestarnos paseando un cabezudo del presidente de EE.UU., que en el fondo es lo que nos hace más ilusión de todo.

¡¡¡GRACIAS TRUMP!!! ¡¡¡Contigo volvemos a ser jóvenes!!!  ¡Contigo reempezó todo!