No, no son las encuestas las que marcan tendencias. Lo que marca tendencias electorales y que, sobre todo, señala hacia dónde va la sociedad son las campañas electorales.

Hoy, por fin, acaba la segunda que hemos sufrido en un mes. Y, aparte de que le ha sobrado una semana, también le ha sobrado espectáculo. Pero el espectáculo entendido como banalización. Quizás porque las municipales lo multiplican todo por 947, que son los municipios que tenemos en el país. O quizás porque paralelamente hemos sufrido la campaña de las europeas, cosa que eleva exponencialmente el riesgo de acabar cayendo en el frikismo. Sea como sea, el intento de algunos de hacer campañas más "próximas a la gente" ha provocado muchos momentos de una gran vergüenza ajena.

Uno de los que me ha generado más dolor neuronal ha sido el caso del "Sugar daddy". Resulta que un grupo de gente hizo un vídeo musical de apoyo a Ada Colau. A ritmo de Reggaeton y titulado "Ada is in da house":

Y resulta que alguien hizo un vídeo de respuesta:

Y eso provocó que comuns y Esquerra se lanzaran los sugardaddys por la cabeza. Y eso nos condujo a un momento protagonizado por la número 4 de los comuns en BCN, Laura Pérez, que no tiene pérdida:

Pero el ejemplo que demuestra mejor dónde estamos exactamente es el del señor Odilio Enríquezal, cabeza de lista de Ciudadanos en Argentona. Durante la campaña fue a la emisora de radio del pueblo para someterse al test que hacían a todos los candidatos. Y el resultado fue desolador:

Ni una. Ni idea de nada. Cero. A duras penas sabía dónde estaba Argentona. Después supimos su historia y lo comprendimos todo. Resulta que era consejero delegado de Servicios a los Municipios del Consejo Comarcal del Maresme como militante del... ¡PDeCAT!... ¡de Montgat! ¡A 19 km y 8 pueblos de distancia! ¡SEN-SA-CI-O-NAL!

Ciudadanos hizo en Argentona la maniobra que muchos otros partidos hacen en muchos otros lugares y que se denomina "listas fantasmas". Consiste en presentar candidaturas en el máximo número de pueblos y ciudades, si hace falta con gente de otros sitios, e incluso de fuera de la comunidad en cuestión. No se trata de obtener ningún concejal, pero hay gente que vota siglas y los partidos siempre acaban pillando alguna cosa. Con dos objetivos: 1/ todos los votos suman a la hora de tener representación en las diputaciones y en los consejos comarcales. 50 de aquí, 23 de allí, 172 de más allá y quizás acabas rascando algo, y 2/ los partidos cobran en función de los votos recibidos. Un pellizco tras otro, por pequeño que sea, permite llenar el cajón.

Total, que al señor Enríquezal le ofrecieron ser líder de Ciudadanos en Argentona y tuvo la mala suerte de aceptar una entrevista-test y que el vídeo se hiciera viral. Si no hubiera sido por eso, no hubiera pasado nada. Pero el alboroto ha sido tan bestia que Ciudadanos ha acabado retirando la candidatura por "la pérdida de confianza en el candidato".

Pero la culpa de la confusión no es sólo del señor Enríquezal. Ciudadanos sabía o tenía que saber de dónde venía este señor. Pero tuvo la suficiente confianza en él como para ponerlo de número 1. El señor Enríquezal no iba el 7, ni el 10, ni cerraba la lista. Era quien tenía que dar la cara. Y él y el partido sabían, o tenían que saber, que existía el riesgo de que en algún momento u otro tuviera que explicar alguna cosa. Y lo aceptaron. Y sólo reaccionaron cuando la cosa se convirtió en un fiasco total y absoluto.

Si ellos no se lo toman seriamente, ¿cómo quieren que nos lo tomemos los ciudadanos?