Tontopolla: expresión llena de amor que un hipotético fiscal de delitos informáticos dedica como respuesta a un senador que ha emitido una opinión. Pongamos un ejemplo al azar...

Tontopolla

Casualmente, en este ejemplo también es posible disfrutar de un bonus de extrema educación y de humildad extraordinaria del señor fiscal en un tema que ni le va ni le viene. Vaya, que la suya no es ninguna respuesta a un crítica personal o a un insulto. Vaya, la mejor tarjeta de visita pública para un fiscal que trabaja para esta justicia nada política que cada día que pasa demuestra más su exquisita imparcialidad y excelsa profesionalidad. Y buen gusto. Porque "tontopolla" es una palabra que nos evoca el lirismo más puro.

Y esto sucede en un Estado donde todavía no sabemos la fecha del juicio a un gobierno catalán detenido desde hace un año y medio en aplicación del criterio del juez Llarena y su particular interpretación de la ley. Que es la buena, naturalmente. Interpretación una, grande y libre.

Estaríamos de acuerdo en que este juicio no es muy importante. Sería comparable a una vista por el robo de una gallina. Y coja. La gallina. Por tanto, ante una mierda como esta es normal que hoy todavía no sepamos la fecha del inicio. Pero al final existirá una fecha. Aunque nos la avisen el mismo día a primera hora de la mañana. Y entonces comprobaremos todo aquello de la violencia extrema que le fue revelada a Llarena como Jesucristo le reveló las 16 imágenes del futuro al apóstol Juan mientras este estaba encarcelado en la isla de Patmos. Y veremos el momento en que los Jordis disparan con sus armas automáticas contra una pobre secretaria de juzgado que intentaba huir por los tejados de una muerte segura. Y veremos los míticos informes de la Guardia Civil que NO fueron elaborados con recortes de prensa. Y veremos los vídeos elaborados con imágenes sobre la actuación policial del 1-O que NO estuvieron nada manipulados ni editados. Y los vídeos con imágenes de la manifestación delante de la conselleria d'Economia donde NO se incluyeron imágenes del intento de entrada policial a la sede de la CUP sin ninguna orden judicial. Y etc, etc y etc. Vaya, como un festival de Eurovisión, pero de la verdad.

Y sí, ya sabemos que 4 desgraciados van diciendo que la sentencia ya está redactada, pero eso es una mentira más de las que desmontará la oficina esta de la España en globo que incluye un despacho con Groucho Marx gritando "Más madera, es la guerra".... O, calle... ¿quiere decir que no era España Global? Bien, tanto da, es eso del Borrell y ya nos entendemos todos.

Por lo tanto, y viendo todo eso, ¿cómo puede pensar alguien que la misma justicia política española que ha tenido un año y medio en prisión provisional a nueve personas con unos argumentos totalmente fundamentados (o más), como acabamos de reconfirmar, ahora, en el momento del juicio, no cambiará el criterio? Claro que sí. ¡Seguro! Imagínese que el tribunal ahora se da cuenta de que no hay ninguna prueba sobre la existencia de violencia, ni de tumulto y que los ha tenido todo este tiempo injustamente encerrados. Pues oiga, nada. Unas disculpas, unos golpecitos en el hombro, pa casa y aquí no ha pasado nada. Ni para ellos ni para la imagen de España. Naturalmente, con este panorama, el juicio tiene todas las garantías de imparcialidad y todo el mundo sabe que la decisión del Marchenismo está absolutamente abierta.

¿Cómo quiere que la sentencia ya esté escrita, tontopolla?