Desconozco el porcentaje exacto, pero así a ojo, para una parte del independentismo Santi Vila es un traidor. Y algunas expresiones mucho más fuertes. Y como considera que lo es, no merece que la Caja de Solidaridad pague sus fianzas, tampoco las relativas al caso Sixena. ¿Hacemos memoria sobre qué sucedió?

Año 2015. El juzgado de primera instancia de Huesca anula la compra de 44 obras de arte que estaban en el monasterio de Sixena y que habían sido adquiridas por la Generalitat de Catalunya y por el Museu Nacional d'Art de Catalunya entre los años 1983 y 1994. El 11 de junio del 2015, el mismo juzgado ordena la ejecución de la sentencia. La respuesta de la Conselleria de Cultura de la Generalitat, a cuyo frente estaba entonces Vila, fue recorrerla con el argumento de la unidad de la colección.

Después el caso ha acabado en un incomprensible juicio por desobediencia y prevaricación contra Villa y contra su sucesor al cargo, el conseller Lluís Puig, actualmente en el exilio. Pero mientras llega, el juzgado número 3 e Huesca, decidió primero imponer y posteriormente mantener unas fianzas de 216 mil euros y de 88 mil, respectivamente. La Caixa de Solidaridad decidió pagar la parte de Puig, pero pidió un plazo para estudiar si pagaba o no la de Vila. Presiones de alguna de las partes implicadas han hecho que, finalmente, la decisión fuera que no, que no se le paga la fianza. Y creo que es un error.

Santi Vila, era el conseller de Cultura cuando estalló el Caso Sixena. Y lo que hizo fue defender los intereses del gobierno de la Generalitat al cual él pertenecía. Pero no sólo del actual, sino de los gobiernos donde ejercieron el mismo cargo que él los consellers Joan Rigol, Joaquim Ferrer y Joan Guitart, y que fueron los que ejecutaron la compra de las obras ahora motivo de litigio.

Puedes estar más o menos de acuerdo con la actuación de Villa durante el Procés, pero el Caso Sixena es otro negociado que no tiene nada que ver. Y le diré más, un negociado que va más allá de la Caja de Solidaridad. Estamos ante un "caso de Estado" donde el conseller de cultura, fuera quien fuera, tenía que defender los intereses del país, porque lo obligaba a hacerlo el cargo que ocupaba. Y cumplir su obligación es lo que le ha comportado la situación en la cual se encuentra. Por lo tanto, no tendría que ser la Caja de Solidaridad quien depositara la fianza, sino la Generalitat como institución que fue defendida por uno de sus miembros y en nombre del bien común.

¿Que Vila tiene mala prensa y pagarle la fianza de Sixena puede generar duras críticas? Seguro. Pero si nos creemos las instituciones, nos las tenemos que creer siempre. Sobre todo cuando se defienden, aunque quien lo haga después mantenga actuaciones censurables a ojos de algunos de los defendidos.