A veces ves o lees cosas de según quien con las cuales no estás nada de acuerdo y las ignoras. Y, a veces, ves o lees cosas de según quien, con las cuales tampoco estás nada de acuerdo pero intentas entender por qué este "según quien" ha escrito lo que ha escrito. Y eso es lo que me ha pasado con este tuit de ayer y la correspondiente respuesta:

Hace referencia a la entrevista que el programa de TV3 Preguntes Freqüents le hizo al president Carles Puigdemont en Bruselas y que fue emitida el sábado por la noche por esta cadena.

Lo reconozco. Tanto el tuit como la respuesta me los leí varias veces para intentar entenderlos. Pero no lo que dicen, que hasta aquí llego, sino por qué lo dicen. El motivo, no el efecto. O sea, como gente a quien no tengo por sectaria y que yo creía que era de izquierdas comparan al president de la Generalitat con Luis Bárcenas o Rodrigo Rato. La verdad, me cuesta mucho asimilar esta postura.

¿El president de la Generalitat es un delincuente? ¿Y es comparable a Bárcenas? ¿De verdad? ¿Carles Puigdemont se ha construido, presuntamente, un patrimonio a base del dinero negro que varias empresas pagaban a su partido a cambio de favores y adjudicaciones? ¿Ha repartido, presuntamente, dinero negro entre los líderes de su partido? ¿Sus acciones han servido para pagar con dinero negro las obras de la sede de su partido? ¿Ha destruido los discos duros de sus ordenadores para eliminar las pruebas de todo? ¿Sí? Pues entonces que me disculpen la señora Queralt y el señor Marí-Klose porque lo tenía mal entendido.

Y también tenía mal entendido lo que ha sucedido los últimos años en este país. Y cuando digo "este país", naturalmente hablo de Catalunya. Yo creía que la involución iniciada con la reforma del Estatut impulsada por Pasqual Maragall era la que había generado esta situación. Maragall, inventor del federalismo moderno, confió en el "apoyaré" de ZP, se creyó que en el otro lado había alguien y acabó defenestrado por su propio partido. Sé que no es habitual colgar enlaces de otros medios para no darles clics, pero recomiendo la lectura de un artículo premonitorio de Maragall publicado en El País en febrero del año... ¡¡¡2001!!! Y después recomiendo leer el desencanto de Maragall, sólo un par de años después. Era julio del... ¡¡¡2003!!! Y, finalmente, recomiendo la lectura de esta crónica publicada también en El País en noviembre del año 2007, cuando alguien tan poco indepe como José Montilla avisaba de lo que estaba viniendo:

Al final ha acabado pasando lo que decían Maragall y Montilla que pasaría. Dos presidents de la Generalitat que no eran precisamente convergentes. ¿O es que es esto lo que no le perdonan la señora Queralt y el señor Marí-Klose a Puigdemont, que sea convergente? ¿Calificar de delincuente al president de la Generalitat y compararlo con Bárcenas es un prejuicio ideológico-partidista? Es que si lo fuera, les recomiendo mirarse este discurso de Albano Dante-Fachin, la persona que quizás les ha dicho más veces corruptos a los convergentes y que los ha acusado más veces de cometer irregularidades. Un discurso que se resume en una frase: eso ya no va de independencia, va de democracia. DE-MO-CRA-CI-A, ¿les suena la palabra?

Y creo que después de eso, no hay que añadir nada más. Bueno, quizás sí una última cosa: sigo sin entender ni el tuit ni, sobre todo, la respuesta.