Pasa a menudo en las tertulias. Uno de los participantes suelta en un momento dado la expresión "presos políticos" y, enseguida, salta una voz que dice: "no, no, en España no hay presos políticos. Son políticos presos". Y detrás de eso, normalmente, va uno "no se puede decir que son presos políticos porque no lo son. España es una democracia". Pues bien, analicemos el concepto.

¿Si España es una democracia, yo tendría que tener derecho a calificar como creyera conveniente lo que yo creyera conveniente y a quien creyera conveniente, no? Siempre que, naturalmente, no vulnere el código penal, cosa que hacerlo o no ahora mismo tampoco es garantía de nada, precisamente a causa de la calidad de esta democracia.

Vaya, que últimamente en esta democracia tan democrática donde no se puede decir según qué y, dependiendo de lo que pienses, te pueden aplicar el código penal sin haberlo vulnerado. Y en esta democracia tan democrática, cualquier hoja de papel anónimo publicada por un medio, te puede arruinar la vida. Y si después queda demostrado que era mentira, a los autores y divulgadores de la mentira no les pasa nada. Ahora, eso sí, tú quedas señalado para siempre.

Pero volvamos a la cosa... Por lo tanto, si yo considero presos políticos a las nueve personas encarceladas gracias a lo que afirman unos informes ficticios creados por la Guardia Civil y que han servido a un juez para crear una ficción jurídica, digo y diré que son presos políticos. Las veces que haga falta. Sólo faltaría. Pero quien caray es nadie para prohibírmelo.

Y quién quiera llamarles políticos presos, independentistas presos o "mí tía la de Huelva haciendo un triple mortal", pues adelante. La gran diferencia es que cuando alguien usa alguna de estas tres últimas expresiones o otras del mismo modelo, nunca se oye ninguna voz diciendo: "¡no, no, no, ñe, ñe, ñe. No son políticos presos, son presos políticos!"..

¿Por qué personas que piensan de una determinada manera también coinciden en pensar que las cosas tienen que ser exactamente como ellos (y ellas) quieren que sean y que sólo pueden ser expresadas de esta manera? ¿Cómo es que gente que invoca la democracia impide que la gente califique a un grupo de personas como crea conveniente? ¿Quién es nadie para decirle a nadie que tiene que expresarse de una forma determinada? ¿Quién es nadie para impedir a los otros que califiquen personas y situaciones como consideren conveniente?

¿Qué mecanismo de imposición ideológica y, sobre todo, de negación del otro tienen algunos al cerebro que cuando oyen una cosa que no les gusta, o con la cual no están de acuerdo, enseguida saltan para censurarla?

Y una última pregunta: ¿la intolerancia es una cuestión cultural, ideológica, genética o doctrinaria? ¿O sólo es un problema de educación?