¿Recuerda la serie de dibujos animados del "Correcaminos"? El coyote se pasaba la vida persiguiéndolo. Y nunca lo atrapaba. Pasaba igual con el gato Jinks y Pixie y Dixie. O con Tom, que vivía obsesionado con atrapar a Jerry. Sin ningún éxito. O con Silvestre y Tweety, también conocido como "Piolín", nombre ya asociado para siempre a unos cuerpos policiales que cuando se marcharon por la bocana del puerto de BCN lo hicieron dejando un recuerdo que no olvidaremos jamás.

Pues bien, PP y Ciutadans son la suma del Coyote, Jinks, Tom y Silvestre. Pero en vez de perseguir rápidas aves, hábiles ratones o escurridizos canarios, ellos persiguen un grupo ultra que se llama VOX y del cual nadie sabe de donde le salen las misas.

PP y Ciutadanos creen que tienen que correr todo el día detrás de VOX porque consideran que su discurso radicalmente racista, provocadoramente identitario, xenófobo y supremacista les puede hacer perder votantes, que dicho así realmente es tener una consideración muy amable y optimista de los propios votantes. Pero bien, todo el mundo trata a sus clientes como cree conveniente.

Pero PP y Ciutadanos son la suma del Coyote, Jinks, Tom y Silvestre, no sólo porque se pasan el día pendientes de atrapar a un enemigo sino, y sobre todo, porque tampoco, como les pasa a ellos, lo atraparán nunca. Como mucho podrán quedarse a tocar. Como el Coyote se queda a menudo al lado del Correcaminos, pero justo cuando el trozo de tierra firme ha dejado de serlo y es un barranco por donde el Coyote acabará cayendo y provocando aquella nube de polvo que se expresará con la onomatopeya de un "tumb" ahogado en el momento del impacto con el suelo.

PP y Ciutadanos nunca atraparán a VOX porque si lo hicieran perderían sus votos moderados, que son de una gente que sí, que son muy nacionalistas españoles, muy anticatalanes, mucho todo lo que usted quiera, pero que si hasta ahora no han votado a VOX será por alguna cosa. ¿Una cosa que ahora puede cambiar? Sí, quizás sí. Y quizás el Rey emérito también empezará a partir de ahora a ser fiel a su mujer ¿Pero las cosas cambiarán tanto como para justificar este discurso cada vez más "voxista" de los dos partidos radicales españoles de derechas?

Sí, porque VOX es mucho en los tribunales y en algunos medios de comunicación en manos de ultras como ellos, pero no es nadie en las urnas. En las elecciones generales del 2015 consiguieron 58.114 votos, que se quedaron en 46.781 en las del 2016. En las municipales obtuvo dos alcaldías y 22 concejales. Y en Catalunya, en las últimas elecciones al Parlament ya ni se atrevieron a presentarse después de recoger 465 votos en las elecciones del 2015 y 197 en las del 2016.

No sea caso que yendo detrás de un animal que corre mucho, pero que realmente no va a ningún sitio, algunos no acaben cayendo por el barranco. Y olvidando que en los dibujos animados te recuperas enseguida de una caída, pero en política las cosas no funcionan exactamente así.