Definición casera de político: "persona que tiene que aplicar el sentido común para no generar más problemas de los necesarios". A partir de aquí, el trabajo de los políticos es intentar conseguir el poder. Y para conseguirlo han dejado de tener valor las reglas del juego basadas en una cierta moralidad, la ética y la verdad. Y cada vez rige con más fuerza el todo vale. Y cuanto peor, mejor.

Y, sí, la cosa va del temporal de barbaridades que se han escrito y se han dicho hoy sobre las detenciones realizadas por la Guardia Civil en la comrca del Vallés. Y no, la pieza no va del contenido de la noticia, porque aunque desde el primer momento tengo una opinión formada sobre el tema, considero que es prudente esperar a ver si se confirma definitivamente, o no, que estamos, o no, ante otro caso Tamara Carrasco y Adrià Carrasco.

Entiendo que vivimos en un mundo donde hay mucha prisa en descalificar al enemigo. Soy consciente de que la tendencia es que si en este preciso instante puedes calificar de terrorista a alguien a quien quieres desnudar de cualquier forma humana y presentarlo como un amoral a quien hay que destruir, no esperes a que pasen cinco minutos. Sí, sí, y también sé que uno de los ingredientes fundamentales de la actual receta mediática es difamar a los que piensan el contrario que tú para poner calientes a los tuyos, ya que no puedes ponerlos calientes de ninguna otra manera. Porque, para no tener, no tienes una sola idea que los pueda poner calientes por nada. Ni tienes idea de nada. Es que ni idea ni siquiera de cómo se hace un café de cápsula.

Esta es la triste realidad pero, hombres y mujeres de mi corazón, un poquito de decoro y de pudor neuronal. No puede ser que, obcecados por la posibilidad de poder continuar la destrucción de la reputación del monstruo a quién hay que odiar para poder reafirmarse, escribaís una cosa en un tuit y tengáis que borrarla al cabo de una hora. ¡Hombreeeeeee! (y mujeeeeeeer!).

Podría poner varios ejemplos, pero me quedo con uno que me ha interesado mucho. Mirémonos dos tuits que el equipo de redes de Ciudadanos han publicado esta mañana con 41 minutos de diferencia:

Arrimadas 1

Arrimadas 2

El primero, el de las 11.08, ha sido borrado y ha sido sustituido por el segundo. ¿Qué, comparamos las diferencias existentes en uno y otro texto? En el primero "comandos separatistas" y en el segundo "radicales separatistas". Por si acaso. En el primero "habrían estado organizando accionas violentas con explosivos", en el segundo "podrían haber intentado fabricar precursores de explosivos para cometer accionas violentas". Importante matiz. Y todo en condicional. "Habrían estado" y "podrían haber intentado". Sí, y Halle Berry podría haber estado interesada y podría haber intentado fugarse conmigo a Costa Rica. Y mire, no. Podría haber mucho, pero al final no ha podido nada.

¿Y si al final el tema del comando Dixan 2.0 queda en nada, qué? ¿No habría sido más prudente publicar otro tipo de texto, sobre todo teniendo en cuenta el "habrían" y el "podrían"? Y ya no por responsabilidad social sino para evitar al máximo el riesgo de acabar haciendo el ridículo.

Pero claro, si al final no pasa nada, a los del "habrían" y el "podrían" tampoco les sucederá nada. Políticamente hablando. Lo más desmoralizante de todo es que estamos cruzando todas las líneas y ni pasa nada ni nadie pide responsabilidades ante tanta estulticia argumental.