Le llamaremos "el horario pandémico". Y hace referencia a las ruedas de prensa. Las de todas las administraciones. Convocan a una hora, la que sea, y se ve que debe ser por la cosa de la pandemia, pero resulta que la acaban celebrando, mínimo, una hora después. Siempre. Se ha convertido en una costumbre. Oigan, si no tienen clara la hora a la cual podrán salir, no digan nada. Es que no hace falta. ¿Pa qué? Van haciendo y cuando la tengan clara, la dicen. Es que hacer esperar a la gente es de mala educación. Y cuando eso sucede innecesariamente, todavía más. Es que es una falta de respeto total y absoluta hacia los ciudadanos (y las ciudadanas) que puedan estar interesados en el contenido de lo que anunciarán.

Hoy mismo, por ejemplo, eran medidas que afectaban a toda la población. Parece lógico pensar que la gente quería saber qué será de sus vidas las próximas semanas y quizás habían decidido seguir la rueda de prensa en directo. Para saber todos los detalles de primera mano. Pero la gente tiene cosas que hacer. Y quizás se han tenido que organizar. Y quizás no pueden estar todo el santo día pendientes de si, como han dicho hoy, primero salen a la una y media, después a las dos y, finalmente, ha sido a las 14.19. Son cincuenta minutos de retraso que no hacen falta. Oigan, hagan las reuniones que necesiten, pacten lo que tiene que decir cada uno, prueben el sistema de videoconferencia y se va a comer. Y todos nosotros también. Y a las cuatro en punto, salen. Y listos.

Y ahora usted me dirá: "No, es que eso Pedro Sánchez también lo hace mucho. Dice a la una del mediodía y acaba saliendo cerca de las tres por aquello del prime time de los informativos televisivos". Pues peor todavía, porque quiere decir que se retrasan a propósito y por motivos mediáticos particulares. Y no es menester. Anuncian ya a primera hora que salen a la hora del Telediario, y pa abajo que hace bajada. Porque si no, entonces estamos ante una falta de educación y de respeto prevaricada.

El otro tema es el contenido de lo que se comunica. ¿Alguien me puede explicar qué sentido tiene convocar una rueda de prensa a la una y media, finalmente hacerla cincuenta minutos más tarde, pero para salir a decir una cosa que ya sabíamos. Y que la sabíamos porque la han filtrado cinco horas antes. A lo largo de la mañana todos los medios de comunicación, los audiovisuales y los digitales, hemos explicado del derecho y del revés las medidas que nos tenían que comunicar al mediodía. ¡¡¡Pero si incluso había reacciones a unas restricciones que no se habían hecho públicas todavía oficialmente!!! A ver una cosa... ¿Por qué lo hacen? No tiene ninguna lógica.

Una explicación es que son globos sonda enviados para saber las reacciones en la opinión pública. ¿Pero, qué reacciones de qué? Pero si son medidas que no podemos cambiar y que nos tenemos que comer con patatas. Pero si, además, hoy teníamos claro todo lo que anunciarían porque nos lo han ido diciendo un poquito cada día. Si esto es la famosa metáfora de la rana, consistente en que si pones una en una olla al fuego con agua fría y a fuego lento, la pobre rana queda hervida sin darse cuenta. En cambio, si el agua está a 100 grados y tú la tiras, el animal pega un salto de tres metros y huye. Pues eso.

Pero lo peor de filtrar las medidas a primera hora de la mañana es que demuestra que ya las tienen decididas. Por lo tanto, no salen tarde a explicarlas porque que estén añadiendo detalles del último momento, no. Salen tarde porque no nos tienen ningún respeto. Hasta el día en que todos los medios decidamos que ante un retraso de más de 10 minutos, no se informa de la rueda de prensa. Nadie. Cero información. Y a ver si a partir de aquel día espabilan y nos tienen más respeto, que ya empezaría a ser hora.