Por si había dudas, de la misma manera que un día entramos en la era de Acuario, hoy hemos entrado oficialmente en la era del diálogo. El mismo día que Oriol Junqueras ha enviado una carta pública al diario Ara y a La Sexta donde insiste en dejar de lado la unilateralidad, los presidentes Aragonès y Sánchez han pronunciado dos discursos interpretando una misma partitura de acuerdo, en un lugar como la sede de Foment y dándole un premio al Conde de Godó, editor de La Vanguardia. Se impone la vía pactista, la que siempre se ha intentado desde aquí y que acabó como acabó porque se intentó forzar al límite una respuesta de Madrit (concepto), aunque fuera mínima... que nunca llegó. En primera instancia. Después sí. Concretamente llegó una respuesta en forma de una cacada de hostias físicas y legales. Las segundas todavía continúan. Y en formato familiar.

Por lo tanto el cambio, de existir, tiene que venir del otro lado de la mesa. Básicamente saber si se va sentar alguien o la silla seguirá vacía. Y aquí es cuando, si se sientan, habría que saber si lo hacen porque se lo creen o porque no les queda ningún otro remedio. ¿Pedro Sánchez acepta el diálogo porque realmente cree que es la manera de solucionar el conflicto o porque le interesa religar un acuerdo con Esquerra para tener una plácida y larga legislatura? Sobre todo ahora que Ciudadanos se ha deshecho como un azucarillo y VOX arrastra el PP hacia el extremo, dejando vacío el espacio de centro, que es donde se ganan las elecciones en España. Bien, por eso o porque a Madrit (concepto) pronto les empezarán a llover collejas políticas y judiciales provenientes de Europa y han optado por sacar el paraguas. Le llaman vaselina preventiva.

(Por cierto, triple pequeño inciso. Hablando de este PP que se abascaliza, será curioso seguir el movimiento interno de desmarcarse de la mani de Colón. De momento Juanma Moreno, presidente de Andalucía, ya ha dicho que aquel día a aquella hora tiene podólogo y que le es imposible asistir. Ah, y también habrá que observar al PSOE de los Barones Dandy, con el presidente extremeño Fernández Vara calificando la carta de Oriol Junqueras de "gesto muy importante". Y sobre el líder de Esquerra, que vuelve con voluntad de dirigir el partido, habrá que ver si estamos ante un PNV a la catalana con él haciendo de Arzalluz y Pere Aragonès de Lehendakari).

Pero volvamos a Sánchez y supongamos que de los muchos Pedros que le hemos visto interpretar hasta ahora, ha recuperado el que se dijo federal y que su apuesta es sincera. Entonces la pregunta es: ¿hasta dónde le dejarán llegar? Porque ZT (Zapatero Talante) ya lo intentó, porque se lo creía de verdad como el tiempo ha demostrado, pero su famoso "apoyaré" se quedó en un "me sostengo suavemente". ¿El Estado enterrará definitivamente el "a por ellos" o esto de ahora es una manera de calmar la situación de cara afuera y por dentro seguir apretando por la vía del Tribunal de Cuentas?

Y ahora usted me dirá: "¿Desconfianza?". No mire, es que esta película ya la he visto. Servidor tiene una edad y estaba allí el día del Majestic y todo aquello del "hablo catalán en la intimidad". Y a pesar de la edad, tengo la suficiente memoria como para recordar qué vino después cuando con la mayoría absoluta, lo que le salió por la boca a Aznar en vez de nuestra lengua fueron serpientes y rayos como si fuera un personaje dibujado por Francisco Ibañez. Por lo tanto diremos "wait and see". Porque quien tiene que demostrar la voluntad de diálogo son ellos.