Hoy que el gran debate en Catalunya son 1/ los votos de los unos hacia los otros, 2/ de los otros hacia los unos y 3/ de los unos que no votan a los otros, es un buen momento, pues, para hablar de votos. ¿Cuándo está bien recibirlos y cuándo no? ¿O mejor dicho, cuándo estás dispuesto a recibirlos y cuándo no? O, mejor dicho 2.0, cuándo te conviene tener los votos de según quién y los aceptas y cuándo no te interesa tenerlos y, además, no te dejan poder tener los votos de según quién que son unos según quién de quienes antes habías aceptado los votos. Y, sí, la cosa va de Pedro Sánchez.

El presidente español, actualmente en funciones, lo es porque aceptó una serie de votos. Concretamente en una moción de censura. Y eso derivó en una victoria electoral que lo ha dejado donde está. Y ahora, fruto del resultado electoral, si quiere seguir gobernando, vuelve a necesitar aquellos votos que tuvo. Pero ahora no los quiere.

Lo ha dicho este jueves: "España necesita un Gobierno progresista que no dependa del independentismo". Bien, de entrada ya sabemos que los indepes no son progresistas. Según Sánchez, claro. Y que él lo es. Y, a continuación, ya sabemos que no quiere los votos indepes. Y la pregunta es: ¿por qué ahora no acepta los votos que aceptó en otro momento? ¿Qué ha cambiado en tan pocos meses? ¡Ah, que no le votaron los presupuestos! Ya... Hombre (y mujer), como argumento está muy bien, el problema es que la realidad es otra.

El rechazo a los presupuestos hizo caer al gobierno Sánchez, sí, pero con unas encuestas a favor y sabiendo que ganaría las elecciones, lo usó para hacer una lista que le ha permitido tener un grupo parlamentario limpio de enemigos. Ey, pero enemigos de película de chinos donde 200 tipos muy enfadados y con muy mala leche te esperan escondidos detrás de la cómoda de la yaya para hacer un tartar contigo.

Pero la convocatoria de elecciones derivada de la no aprobación de los presupuestos también le sirvió a Sánchez para ser diputado. Porque resultaba que era presidente del Gobierno sin ser diputado, cosa que le impedía hacer cosas como votar en el pleno.

Y ahora Sánchez vuelve a tener unas encuestas favorables que le dicen que si decide repetir elecciones, se comerá parte del espacio de Podemos y quizás parte del de Ciudadanos. Y eso se lo dicen a él y a quien lo puede presionar para que convoque y así desmenuzar la fuerza de los de Iglesias y quizás forzar la caída de un Rivera que ha caído en desgracia entre sus espónsores.

¿Qué le ha pasado a Pedro Sánchez que ahora ya no acepta los votos indepes? Pues que le interesa mucho más no aceptarlos. Para su beneficio personal, para el partidista y para el de los que deciden las cosas en Madrit (concepto). ¿Quiere más argumentos?