Lo ha dicho José Antonio Nieto, secretario de Estado de Seguridad entre los años 2016 y 2018: "No hubo cargas policiales.... técnicamente hablando". O sea, aquello que usted y yo vimos y que Josep Borrell dice que no existió, ahora resulta que quizás sí que lo hemos visto, pero técnicamente no. Por lo tanto, como técnicamente no hubo ninguna carga policial, no fueron disparadas las pelotas de goma que se disparan en las cargas policiales. Ergo, técnicamente el señor Roger Español no perdió ningún ojo, cosa que a él le reconfortará mucho porque, cuando a partir de ahora quiera ver por el ojo que no tiene, sólo deberá situarse técnicamente en la posibilidad de tenerlo. Un gran consuelo.

Pero el señor Nieto ha expresado (o no) otras frases no menos interesantes a la anterior, la mayoría de veces gracias al hábil interrogatorio de Xavier Melero, y que repasamos acto seguido. Pero antes recordemos su currículum político, como para situar su declaración. Aparte de secretario de Estado, como ya ha quedado dicho, fue alcalde de Córdoba por el PP entre los años 2011 y 2015 y actualmente es diputado y portavoz del PP en el Parlamento de Andalucía y Secretario Electoral del partido. Por lo tanto, la suya ha sido la declaración de un político en ejercicio.

- Ha sido muy bonito cuando ha dicho que "La policía podría haber pegado más". Eso quiere decir que reconoce que pegaron, pero sin aclarar si la hostia técnica, a diferencia de la real, también hace daño y deja marca.

- Ha dicho que no hubo ninguna orden del operativo que él dirigía para dejar de realizar las cargas que técnicamente no se hicieron y que si dejaron de hacerse fue por el cansancio de los policías y los guardias civiles. Es decir, ante una rebelión donde se quería subvertir la legalidad con violencia, los cuerpos de seguridad, decidieron ellos solitos ir a sentarse para comerse el bocadillo.

- Ha explicado que el intento de registro de la sede de la CUP se hizo porque había una orden judicial, cosa que a estas alturas todo el mundo sabe que es mentira y que fue precisamente la inexistencia de esta orden la que provocó la retirada de la policía de la puerta de la sede del partido. Y cuándo el abogado Benet Salellas le ha preguntado por qué la policía que se marchó de allí no fue a la sede de Economía a controlar la terrible violencia existente... no ha habido respuesta.

- Ha dicho que sobre muchas decisiones y actuaciones no existen informes porque las comunicaciones eran verbales. O sea, no hay constancia escrita de la mayorìa de situaciones.

- Ha dicho que la jueza Mercedes Armas, la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que pidió a la Guardia Civil tomar algunas medidas cautelares, dio a los Mossos la orden de precintar colegios. Cuándo las defensas le han dicho que no eso no era cierto, lo ha cambiado por un "no me consta que los Mossos precintaran colegios". No, claro, no lo hicieron porque no había ninguna orden judicial.

- Ha dicho que desconocía cuántos policías resultaron heridos por culpa de la gran violencia ejercida por los votantes del 1-O pero no le consta que ningún agente cogiera la baja por las lesiones sufridas. Tampoco sabe cuántos de los agentes que no cargaron, técnicamente hablando, están siendo investigados en varios juzgados por la violencia que ejercieron.

- Ha reconocido que a pesar de la terrible guerra de guerrillas existente a las calles, no hubo ningún detenido.

- Ha manifestado que tuvo constancia "que el 20-S en los vehículos de la Guardia Civil aparcados delante de la Conselleria de Economía había armas, como es habitual". Y después ha explicado que tuvo conocimiento de estas armas "por los medios de comunicación, ya que a mí no se me tenía que informar. Yo eso de las armas lo supe después". O sea, a quién de momento es el jefe político del operativo, nadie lo avisó de que una turba tumultuaria y violenta tenía a su alcance armas largas. Y nadie hizo nada para sacarlas de allí. Creo que es el primer caso en la historia de la humanidad de las rebeliones violentas que los sublevados tienen armas y no las utilizan y los defensores de la legalidad dejan a la vista de los revolucionarios unas cuantas armas para ayudarlos a practicar la violencia. Espectacular.

Pero aparte del señor Nieto, la jornada ha tenido otro gran protagonista, Enric Millo. Al pobre ex delegado del Gobierno lo han mareado tanto como han podido. De declarar por la mañana, ha pasado a ser el segundo declarante de la tarde y cuando le tocaba entrar en la sala, se ha abierto la puerta y ha aparecido... José María Espejo-Saavedra, vicepresidente segundo del Parlament. Ha sido un momento en el cual nadie sabía dónde estaba Millo. Finalmente hemos sabido que estaba en la sala de espera, naturalmente esperando, y que pasaba a declarar hoy a última hora después de no-se-cuántos testigos más. Total que el retraso que llevábamos ha provocado que finalmente Millo declare este martes a primera hora, 24 horas después de lo que estaba previsto. Técnicamente hablando.