Comparto con usted un tuit que se ha hecho viral las últimas horas. Este:

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¿Analizamos la imagen? Un miembro del CNP agarra a una chica que, por como viste, parece miembro del personal sanitario. El lenguaje corporal de ella es de querer marcharse del abrazo ya que la cabeza y el cuerpo están situados en dirección contraría a la de él. Además no interacciona con el policía, al contrario. El final del brazo derecho de él no lo vemos, pero por el gesto no cuesta mucho imaginar que cae aproximadamente en la zona del pecho derecho de ella y que es muy difícil que pueda evitar tocarlo. Por la gestualidad incluso parece que el policía esté deteniendo a la chica y ella empiece a hacer el gesto de zafarse. Por lo tanto, lo que transmite la imagen es de todo menos que los dos personajes forman un equipo. Y los centenares de mensajes contrarios y muy críticos de las últimas horas demuestran que la campaña envía el mensaje contrario al pretendido. Por lo tanto, es una mala campaña.

Además, y en plena pandemia, no hay distancia de seguridad ni ninguno de los dos lleva mascarillas. Son dos personas que tendrían que dar todavía más ejemplo a causa del trabajo que hacen, cometiendo una irregularidad.

Situamos ahora el dibujo en el contexto. Resulta que aparece en un tuit de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Por lo tanto, no es alguien que lo ha hecho y lo ha colgado en su cuenta particular, no, sino que forma parte de una campaña institucional como muchas otras que estamos viendo estos días. Por lo tanto, se supone que habrá habido varias propuestas y alguien, con el criterio que ha considerado conveniente, le habrá dado el visto bueno.

Hasta aquí lo que suponemos que ha sucedido sin saber nada más ni del dibujo, ni de quien lo ha hecho, ni por qué lo ha hecho así, ni como ha llegado a la cuenta de twitter de la Consejería.

Vamos ahora a la historia real. El tuit, y por lo tanto el dibujo, se empezó a hacer viral ayer este jueves por la noche. Y lo hizo con tanta potencia que, ante las críticas que estaba recibiendo, la autora tuvo que salir a toda prisa a las redes a dar una explicación:

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Por lo tanto, resumen de lo que ha pasado aquí: una maestra aficionada a la ilustración recibe una foto de una pareja para que la dibuje. La foto, por lo que sea, tiene un significado especial para los dos protagonistas y por este motivo quieren una interpretación artística. Pero nosotros desconocemos cuál es este significado ya que forma parte de su intimidad. Nosotros no tenemos la información que tienen ellos y nuestro código de análisis es diferente al suyo. Nuestra percepción viendo la imagen y en el contexto donde está situada difiere completamente del original. Y eso no es culpa de la pareja que quería el dibujo, ni de la persona que lo ha hecho, ni nuestra.

Y por si quedaba todavía alguna duda por aclarar, este viernes la cuenta @IlustrandoDudas, que se presenta como "información, formación y asesoramiento para ilustradores que están empezando", ha hecho un hilo donde acaba de dar todos los detalles:

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La Consejería, responsable última de la cuenta, abusando de la buena fe de una particular no profesional, se ha apropiado de un dibujo de esa persona para usarlo en una campaña institucional. Y lo ha hecho sin avisarla y sin pagarle un céntimo. Y una vez ha estallado la polémica, ni le ha pedido excusas por el pitote donde la ha situado, ni ha retirado el dibujo, ni ha borrado el tuit. Ni tampoco ha dado explicaciones sobre el pollo que se ha organizado. Se ha limitado a decir esto:

Dibujo Consejería|ConselleriaY punto y final. Nada más. Ninguna referencia a la polémica, ni ninguna aclaración, ni un solo comentario. Quizás porque considera que la chica no merece un mínimo de consideración y que la gente no tiene motivos para ofenderse. Y este es el gran tema que supura de esta historia y que, una vez más, va de machismo.

El problema es que ni el responsable de redes primero, ni nadie de la Consejería después, han visto que están transmitiendo un mensaje machista, de sumisión de la mujer y de superioridad de un cuerpo de seguridad hacia una civil. Lo encuentran normal, un gesto habitual, y ni siquiera deben entender la polémica. Miran el dibujo, y situado en el contexto de una campaña institucional de sensibilización para enviar un mensaje positivo de colaboración e igualdad, no les chirría nada. Es su día a día. Es su paisaje habitual. Para ellos todo es tan natural que 24 horas después el dibujo todavía está ahí. Sin ningún problema. Y, sobre todo, sin ninguna explicación.

Quizás me equivoco pero estoy convencido de que si el autor hubiera sido un hombre, le habrían pagado por el dibujo de un buen inicio y una vez iniciada la polémica, ya habría desaparecido y el tuit habría sido borrado. Porque lo peor del machismo es que quien lo practica considera que no lo es.