Mal día para la justicia. Y, sobre todo para la relación entre la justicia y la sociedad. Hoy la justicia española ha dado un paso más en la dirección contraria a la de la sociedad que debería defender y representar. Porque se supone que nosotros somos los buenos y que la justicia nos defiende de los malos. Y no. La sentencia del llamado caso La Manada, es alfombra roja para los malos. Y justificada con unos argumentos que pueden ser ajustados a derecho, sí, y fundamentados en leyes hechas por bellísimas personas, también, sólo faltaría, pero que son un escupitajo a la confianza que los ciudadanos debemos tener en quien tiene que protegernos.

Esta sentencia ha roto definitivamente lo que ya hacía tiempo colgaba de un hilo: la confianza en la justicia. Y, sobre todo, avergüenza a los centenares de jueces que cada día intentan aplicar la ley a favor de los buenos y que hoy han quedado deslegitimados y desautorizados. Jueces y juezas que tienen hijas y que tendrán que explicarlas que dos compañeros y una compañera de profesión han decidido que decir que no es estar diciendo que sí. Y que una mujer que va sola a una fiesta y se toma unas copas lo que quiere es acabar en un portal de mierda con 5 tipos a quienes no conoce de nada. Porque, como en el fondo todas son unas putas, esta es su gran fantasía.

Por favor, léase la sentencia. Da asco e indigna, pero hay que leerla. Aquí la tiene. Sí, son más de 300 páginas, pero hay mucho relleno que puede ir saltándose. Léala y haga que su gente la lea. Hace falta que todo el mundo vea con sus propios ojos en manos de quién estamos. Mientras encuentra el momento oportuno, unas líneas más abajo compartiré con usted algunos de los peores momentos de la vergüenza. Pero antes, un comentario a una cosa que he oído esta tarde. Y más de una vez.

Se ha dicho que la sentencia se queda en medio de lo que pedían las defensas de los 5 abusadores y la de la chica porque intenta contentar a todo el mundo. ¿Pero, que es esta mierda de frase? La justicia no esta para contentar a nadie sino para juzgar. ¿Qué quiere decir eso de "contentar"? ¿Que las decisiones se toman para que no se enfade según quien? ¿Ah, sí? Pues eso aparte de feo es un delito. Para contentar a la gente se han inventado los parques de atracciones, no los tribunales.

Dicho esto, coja paraguas porque viene lluvia marrón. Y no es barro. Admire, admire momentos gloriosos de la sentencia:

Y ahora, coja aire porque vienen tres fragmentos del voto particular de uno de los tres jueces, el ilustrísimo señor magistrado Ricardo Javier González González, que pedía... ¡¡¡LA ABSOLUCIÓN DE LOS CINCO ACUSADOS!!!

Pero, claro, de qué deberíamos sorprendernos si venimos de donde venimos...

Y, sobre todo, venimos de la famosa sentencia de la minifalda o "contigo empezó todo"...