E Inés sólo puede ser Inés Arrimadas, evidentemente. Y ella es el voto útil según ha dicho esta noche del martes Albert Rivera en el Teatro Auditorio de Granollers.

El líder de Ciudadanos volvía a casa. Como él mismo ha explicado, allí empezó su carrera al partido cuando, junto con el actual miembro de la mesa del Parlament, José María Espejo-Saavedra, alquilaron un local que tuvieron que limpiar a fondo porque estaba lleno de polvo, mientras soñaban en llegar algún día a tener diputados en Catalunya, en el Congreso o aspirar a gobernar España.

Antes de eso han pasado otras cosas que enseguida le explico con más detalle, pero antes, las voces y los momentos en imágenes...

En el vídeo habrá visto el momento en que Albert Rivera y Inés Arrimadas han entrado en el edificio. Y habrá oído unos silbidos y unos gritos. Eran un grupo de unas 15 personas que esperaban la entrada de los líderes "naranjas". No se si han sido ellos o alguien más quien se ha dedicado a llenar de lazos amarillos todo lo que rodeaba el teatro y que podía tener un lazo amarillo. Pero ya le digo yo que ninguno de los pesos pesados de Ciutadans ha visto un solo lazo. Sobre todo porque iban a la idea y no se han entretenido mucho en la entrada.

La salida ha sido diferente porque Inés sí que se ha parado para hacerse fotos con un montón de gente. Albert Rivera, no. Él ha entrado y ha salido como si hubiera sido teletransportado. Ahora Rivera llega y ahora aparece al interior de la sala. Ahora Rivera sale de la sala y ahora aparece estirado en el sofá de su casa con una mantita.

Hablando de la sala, donde por cierto hacía mucho calor, quería comentarle el enorme desnivel que tiene. Son seis filas y Roberto, el cámara que hace posible que usted vea estos vídeos que colgamos, calcula que del escenario arriba hay entre 25 y 30 metros. Y eso es mucho. Realmente daba vértigo mirar hacia abajo.

De lo que ha dicho Rivera, le destaco dos ideas: "Los nacionalistas quieren hundir el barco que es España" y, sobre todo, "Tenemos que reconstruir Catalunya y también España. Y esta reconstrucción de España empezará en Catalunya". De lo que ha dicho Arrimadas, el titular de la jornada: "Estamos a 14 días de tener un gobierno que respete y represente a todos los catalanes".

Y a la salida, calma total y absoluta. Ningún grito. Ningun silbido. Eso sí, los centenares de lazos seguían en su sitio.