El pasado día 15 de octubre, el ministro del Interior en funciones, el señor Fernando Grande-Marlaska afirmaba en una entrevista: "Tenemos unos servicios de inteligencia y de información realmente eficaces y no dude de que acabaremos sabiendo quién hay detrás de estos movimientos del Tsunami Democrático".

Dieciocho días después, el mismo señor afirmaba lo que usted verá aquí debajo:

Marlaska

Y pasó aquella semana. Entera. Y desde entonces ya han pasado tres días de la semana siguiente de la semana que tenía que ser la semana en que el Gobierno nos tenía que revelar quiénes eran los señores y señoras Tsunami. Y era muy importante saber quiénes eran porque el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, había anunciado el 18 de octubre que los investigaba (y las investigaba), con un informe favorable de fiscalía... ¡por TERRORISMO! (poca broma). Ah. Y el juez también anunció que había instado a la Guardia Civil a clausurar las páginas web del movimiento.

¿Y hoy, qué tenemos? ¿Que, qué tenemos? Bien, seguramente el señor ministro en funciones sabe perfectamente quiénes son los señores y señoras Tsunami, pero 10 días después no ha cumplido la promesa.

En cambio, los señores y señoras Tsunami Terrorista muy peligroso cumplieron su promesa de seguir haciendo cositas y ayer aparecieron. En la frontera. Por el lado de la Catalunya Norte, que administrativamente es Francia. Con un escenario, sonorización, luces, músicos, litros y litros de caldo, lavabos portátiles y una organización milimétrica. Y a los señores y señoras Tsunami les sigue funcionando la APP, a pesar de la orden dada por el ministro y los ataques informáticos recibidos. Y en el canal de telegram ya tienen 400 mil seguidores.

Por lo tanto, aquí sólo pueden suceder dos cosas: 1/ el señor ministro y el Estado, como ya los pasó con las urnas del 1-O, no tienen ni idea de quien son los señores y señoras Tsunami. De ser así querría decir que los servicios secretos españoles, que han conseguido infiltrarse en mundos tan cerrados como ETA o el yihadismo, no tienen ni idea de quien son una gente que convoca manis con escenario incluido y envía mensajes por las redes, o bien 2/ los servicios secretos españoles saben perfectamente quien son los señores y señoras Tsunami pero no hacen nada contra ellos (ni contra ellas) porque convocar manis no es delito. De momento. Y cortar una carretera no es terrorismo. También de momento. Ni tampoco lo es servir caldo ni que Lluís Llach cante.

Aunque quizás hay alguna otra causa que se me escapa, pobre de mí. Justamente en un momento en que a unos cuantos les ha dado por pactar sin cesar. ¿Qué cosas, verdad?