Las cosas no son como son sino como parece que son o tú quieres que sean. No sé de quién es esta frase, pero cada día que pasa es más cierta. Sobre todo a partir del momento en que hay gente defendiendo que la Tierra es plana o los hay que dan positivo en coronavirus y organizan "fiestas" para que los escépticos vayan a contaminarse. Dos pruebas que demuestran que si nos acaba cayendo un meteorito, ojalá tenga puntería.

Hacía días circulaba el rumor según el cual Catalunya ya no está dividida. No, ahora todos (y todas) estamos unidos como una piña porque todos (y todas) tenemos el coronavirus. O más. En España, y también fuera, se había instalado la idea de que somos 7 millones y medio de futuros y 23 millones de infectados. Un caso único en el planeta Tierra. Y alrededores. ¿Pero eso es cierto? ¿Era verdad que Catalunya presentaba las peores cifras del estado? ¿Era cierto que aquí los brotes de Covid salían como setas en el Berguedà un octubre lluvioso y no muy frío? ¿Le parece bien que nos lo miremos? Estos eran los datos de hospitalización a fecha de anteayer. ¡OJO! No de infectados sino, insisto, de hospitalización:

Datos

A ver, yo no soy epidemiólogo, ni matemático, ni analista de datos y, además, soy de Badalona, pero yo diría que muy mal no íbamos. Y añadiría que creo que podríamos estar contentos de estar el número 15 en una lista de 20, donde el 20 era ganar la liga y el 1 bajar a segunda. Eso no quiere que lo estuviéramos haciendo bien ni disculpaba nada. Entonces, ¿si la realidad era esta por qué, mediáticamente, Catalunya era la capital mundial del virus, sobre todo comparada con Madrid?

Pues bien, hoy, por fin, han salido datos de positivos donde Madrid nos supera. ¿Eso es un consuelo? No, no se trata de ningún "y tú más". Y mucho menos va de un "oiga, ¿ha visto qué buenos que somos?". Y no lo es porque 1/ no es presentable alegrarse de las desgracias de los otros y más en un tema como este y 2/ hemos demostrado sobradamente que somos igual de buenos o de incompetentes que los demás. Y, en definitiva, es que el tema no es este. El tema es que en el momento donde la opinión pública tiene más canales y más diversos para informarse, resulta que es cuando se la teledirige más. La sobreinformación genera infrainformación. Y el tema es que cuando tenemos más acceso a las fuentes originales de los datos es cuando más triunfa el trilerismo.

Desde el primer día las cifras de contagiados nunca no fueron reales porque solo hacían pruebas a los positivos con síntomas y porque ahora sabemos que el porcentaje de asintomáticos es altísimo. Y hoy día 22 de julio, cuatro meses después, aún no sabemos la cifra real de muertos. Y no la sabremos nunca. Porque solo se consideraron muertas por coronavirus las personas a quien les hicieron la prueba poco antes de finar. Y le diré más, personas mayores que poco antes de morir habían dado negativo en la prueba, en su certificado de defunción sale que la causa es coronavirus. Y no es cierto.

No, no, esto no es una guerra entre comunidades. O no debería serlo. Es querer saber qué está pasando. Porque si la administración nos hace corresponsables, cosa que me parece fantástica, tenemos derecho a saber cuáles son las reglas del juego.