Subo la persiana. Quizás para celebrar que ya es primavera hace un sol espectacular. Abro la ventana para que entre aire y percibo la presencia de muchas moscas. Y muy grandes. ¡Ojo, pero mucho! Pongo la radio y empiezo a oír anuncios adaptados al momento. La mayoría de empresas no son precisamente grandes multinacionales, cosa que hace más heroico el gesto de decidir seguir pagando cuñas. Espero que a la vuelta, los consumidores lo valoren. Y precisamente hoy la cosa va un poquito de la vuelta y de futuras valoraciones de comportamientos presentes.

Con la ventana bien abierta he empezado a leer algunos tuits de algunos. Y algunos artículos también de algunos. En el exterior se oían pajaritos, pero de mi ordenador sólo salían graznidos de cuervos. Esta serie no quiere ser una crónica política, porque ahora toca estar por las cosas importantes. Pero estoy leyendo cosas muy cabronas, tan cabronamente grandes como las moscas que transitan últimamente, que no me puedo reprimir.

Pero, a ver una cosa... ¿Hay gente que no se cansa nunca? Millones de personas están haciendo un esfuerzo y un sacrificio brutal, que sólo es el inicio de una cosa muy bestia que no sabemos como acabará, y ellos continúan con su puto ñic-ñic. Y ahora que tienen más tiempo, peor. Lo hicieron en otros momentos recientes de grave crisis y ahora vuelven. Y como hacen siempre atacando en mandada. Manipulando, tergiversando, mintiendo e intentando destruir personas, que es la especialidad de la casa. Los psicópatas del dogmatismo estupendo han vuelto a nuestras pantallas. No tienen nunca bastante y no respetan nunca nada. Caramba, qué suerte tener siempre la razón y que los otros, los discrepantes de su verdad absoluta, actúen siempre por odio. Ah, y en beneficio propio. Porque claro, ellos (y ellas) siempre actúan por nuestro bien. Todos los otros, no. Realmente es muy deprimente. Y me pone de muy mala leche.

Oigan, que sí, que la mayoría de la gente somos idiotas y no sabemos apreciar ni valorar su infinita talla intelectual, la que les permite decidir quiénes son los buenos, siempre ustedes, y quiénes son los malos, siempre los otros. Sí, sí, decretaremos aplausos públicos y diarios para lubrificar su ego infinito pero, hostia, callen un poquito. Nada, unos días. Hasta que eso acabe. Y cuando pase, seguramente les clavarán una medalla en el pecho, les darán un cargo, o un premio, o colaboraciones y conferencias pagadas a precio de oro, pero estaría bien parar de arrastrar por la vida tanta miseria moral. Y más ahora. Y que conste que me estoy mordiendo la lengua.

Total, que para acabar de mejorarme la circulación de la sangre, me llama mi amigo médico y me suelta: "Estoy indignado". ¿Por qué? "¿Hay un montón de gente fabricando mascarillas en casa manualmente y el Gobierno no es capaz de organizar la fabricación industrial de mascarillas, batas y respiradores? No lo entiendo. ¿Y eso de Amancio Ortega, qué? Nos tuvimos que comer hasta decir basta que había regalado 23 equipos de última generación para combatir el cáncer. Pues ahora, en vez de hacer un ERTO que afectará a 37 mil personas, ¿por qué no abre sus talleres para fabricar material que será muy necesario? Miles de personas trabajan en los hospitales en precario, todavía tiene que venir lo peor, y él echando la gente a la calle. ¿No dicen los militares que eso es una guerra? Pues a fabricar las armas para combatirla".

Decido hacerme una bañera de tila, pero entonces me llama el colega científico: "Estoy viendo aquello del ejército de ayer en el aeropuerto del Prat. 30 tipos rociando tres palmos cuadrados con lejía y detergente para poder hacerse la foto y marcharse. ¿Pero, qué broma es esta? ¿Tú sabes cuánto rato necesitan un mínimo de 500 personas para desinfectar todo el aeropuerto"?. Pues, no ni idea.

Ahora ya necesito tres bañeras de tila. Y no se si tendré suficientes bolsitas. De tila. Bien, creo que tampoco podré porque ahora tengo mensaje del colega historiador campesino: "Lo siento, me tengo que desahogar con alguien y te ha tocado. Empiezo a estar harto del argumento este de 'cuando esto del virus pase ya hablaremos de lo que se hace bien y mal'... 'cuando esto pase ya hablaremos de la monarquía'... 'cuando esto pase ya hablaremos de la UE, que no tenemos un pasaporte UE y el tema de la repatriación, que es de la UE, ha desaparecido y vuelven las políticas de Estado'... Cuando esto pase... Todo es 'cuando esto pase'. Hombre no, empecemos a hablar un poquito ahora que otra cosa no, pero tiempo tenemos. Porque me veo venir que al final no hablaremos".

Cuando ya estoy a punto de llamar al Glovo de las bañeras para que venga con una retroexcavadora a hacerme una piscina olímpica a reventar de Trankimazin líquido, recibo mensaje del colega transportista. Al menos lo que él me dice es más bucólico: "Circulando por las autopistas paso por delante de un montón de edificios. Nunca había visto a tanta gente en los balcones y en las terrazas. Tomando el sol, comiendo, paseando, distrayéndose".

¿Y más allá del Atlántico, qué? Mañana espero tener noticias de Colombia, donde hay un amigo que no puede salir. De momento tengo mensaje de la que trabaja en el aeropuerto de Miami: "Como dicen los cubanos, esto va de pinga". Le pido qué quiere decir "ir de pinga". "Es una expresión muy fea que quiere decir que vamos mal. Muy mal. Pero yo sigo en el aeropuerto, aunque somos cuatro. Esperando que cierre el país, pero de momento nada. Las noticias no oficiales son que como aquí la gente tiene tantas armas, quieren tener la Guardia Nacional en las calles antes de cerrarlo todo. Para evitar asaltos e incidentes". ¿Pero la gente, qué piensa en cerrarlo todo? "Aquí hay gente muy diversa pero los que conservan un poquito de juicio piensan que trumpeta tendría que haber cerrado el país hace semanas. ¿Sabes qué pasa? Como él representa muy bien la inteligencia de muchos americanos que creían que 'el virus chino', como le llama él, no llegaría nunca, pues venga, a joderse".

Pregunto a Pere de Cal Neguit cómo están las cosas en la Boqueria de BCN. Me envía esta foto:

Boqueria 1

"Un viernes a las 12 del mediodía y ni un turista. Está volviendo gente del barrio que había dejado de hacerlo. Y nos comentan que les gusta más así. A ver si pillo a alguno como cliente!". ¿Y la Rambla, cómo está? "El miércoles hice esta foto a la una del mediodía":

Rambles1

Y así ha pasado un nuevo día. El que suma 8 de no sabemos cuántos. Por suerte hay ciudadanos que nos ayudan a hacerlo todo más irreal de lo que ya es...

Mossos

Por cierto, ¿sabe que me ha dicho una amiga a la que he enviado el tuit? "Yo entiendo la situación. Soy soltera y vivo sola".