Subo la persiana. Todavía hace más sol y más calor que ayer. Y en broma en broma, esta es la crónica que ya hace 69. Y hablando de bromas y de hacer 69, no pienso hacer-lo. No pienso hacer bromas sobre el número, quiero decir. Pobrecito, ya ha sufrido bastante en su vida como para añadirle las mías. Pero sí que quiero hablarle de otros números. Y muy seriamente.

Estamos de acuerdo en que las cifras de afectados por el coronavirus son estas que nos dan como podrían ser otras. Pero no por ganas de manipular ni de esconder nada, sencillamente es imposible saber cuánta gente está infectada ahora mismo porque ahora mismo no le hacen pruebas al 100% de la población. Y si fuera posible, la próxima semana los resultados ya no valdrían porque habría nuevas infecciones. Pero es que las cifras se solapan. Hoy mismo oía al doctor Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic, en can Terribas (Catalunya Radio). Hablaba de estos 2.830 nuevos casos de contagio aparecidos en los datos oficiales. Si los comparamos con las cifras de otros días, hay un rebrote. Pero resulta que no hay ningún rebrote. Al menos a fecha de hoy. El aumento se debe a que se hacen más tests, sí, pero el doctor Trilla añadía que nos falta el dato fundamental, saber la fecha de contagio. Porque suman los de varios días y realizados con diversos métodos. Y cuando tienen los resultados de los resultados, los dan. Mezclados. Y así es imposible tener una fotografía de la realidad y observar la evolución del virus.

Tema aparte son los muertos. Que todo el mundo los cuente como le viene bien y los días que les viene bien es un sistema demasiado frívolo como para aplicarlo en una cuestión tan importante como esta. Es que ya no es sólo el criterio de si computamos sólo a los muertos de los hospitales y nos olvidamos de los de las residencias y de los que mueren en casa, no. ¡Es que son las sumas! Pongamos el ejemplo sucedido al inicio de esta semana. Tal como explicábamos el martes, el lunes Salud dio la cifra de 112 muertos en Catalunya. Mientras, el Ministerio daba 59 en toda España. Oiga, incluso la contabilidad creativa tiene un límite. No puede ser que en el total de España haya la mitad de muertos que los habidos sólo en Catalunya. Es la famosa frase del torero Rafael Guerra "Guerrita": "Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible". A ver, es que que a parte de los criterios, resulta que los unos cuentan los muertos del momento y los otros van a su ritmo y los contabilizan cuando quieren. Y no puede ser dar esta imagen de ejército de Pancho Villa. Pero es que además, no es lo mismo que los muertos de la semana pasada los añadamos a la cifra de principios o finales de esta. Y no lo es porque hacerlo así distorsiona el momento exacto en el cual se encuentra el virus.

Y después la cosa ciertamente pintoresca de los muertos de los martes: "No, es que hoy sumamos los del fin de semana". ¿Cómo? ¿O sea, el fin de semana no hay nadie contando o qué? ¿Qué pasa, que nos tenemos que morir e infectar de lunes al viernes de 9 a 1 y de 4 a 8 y pasando por la ventanilla 4 con una póliza compulsada? ¿Qué quiere decir que el fin de semana no hay cifras y que se actualizan el martes? Oigan, que no es muy difícil. Chat de telegram con las funerarias de toda España, pasan la cifra de muertos del fin de semana, se compara con la de los últimos 10 años, se mira la diferencia y alguien las suma todas. Y listos. Y si los fines de semana en el ministerio todo el mundo hace fiesta y no hay nadie que lo pueda gestionar, ya se lo hago yo desde casa. Y gratis total. Soy de letras pero tengo la calculadora del móvil. ¡Ningún problema!

Aparte de eso, hoy he vuelto a circular bastante y he visto y he oído cosas que quería compartir. Además del ahora sí, ahora no; ahora aquí sí, ahora allí no; ahora aquí quizás sí y allí quizás no y ahora aquí y allí de las mascarillas, también está el tema de ponérselas bien. Yo entiendo que con el calor llevar mascarilla es un horror, pero los que vamos en moto, en pleno agosto llevamos casco y nos aguantamos. Entiendo que cuesta respirar, yo el primero, y cuando me la quito, me pica la cara y si voy por la calle no me puedo rascar porque no tengo donde lavarme las manos. Pero hoooombre (y mujer), ¡la nariz va dentro! Que hay mucha gente que, o porque la goma les va floja, porque tienen la cabeza pequeña, o por lo que sea, pero ves que van todo el rato con la nariz por fuera. ¡Nooooo! ¡La nariz fuera no! Y no hablo sólo del señor que pide en el semáforo de Glòries, en la entrada en BCN por la C31, y que ya está en la fase 45 y mantiene la misma distancia de seguridad que cuando por Navidad lleva en la cabeza un gorro de Papá Noel.

También he observado que la gente conduce con más calma. Menos tráfico podría querer decir correr más, y curiosamente es al contrario. Y circulando he observado la manera de vestir de la gente, cosa sobre la cual tendremos que hablar con calma pero hago un primer apunte. Hasta ahora no habíamos podido comprar ropa de verano y estamos llevando la de los años pasados, cosa que quiere decir que este año la moda es un batiburrillo curioso que demuestra que podemos vivir sin moda. Y más todavía en casos como el de mi amigo Roberto, que tiene toda su ropa más finita a dos regiones sanitarias de donde está confinado, no la puede ir a buscar y acabará utilizando mascarillas usadas para elaborarse camisetas.

Ah, y antes de compartir con usted uno de los vídeos de la pandemia, otra cosa que no entiendo y que querría que me fuera explicada porque quizás tiene una logia que no capto. Va de las playas. Cambiando cada cinco minutos el criterio, como con las mascarillas, y teniendo cada ciudad el suyo propio, han conseguido generar una vez más el desconcierto total y ya no sabemos si podemos bañárnosle o no, ni si podemos estar o no, ni como, ni con quien, ni nada. Vaya, nada nuevo en el caos habitual. Pero hay un dato que me alucina todavía más: El horario de tarde de los surfistas es de 8 a 11 de la noche. A ver una cosa, a las 9 y media de la noche ya es oscuro. ¿Cómo se hace surf de noche? ¿Con una linterna en la boca? ¿Con un mechero de cocina atado a la cabeza? ¿Llevando velas en la punta de la tabla? ¿Por Braille? No tiene ningún sentido. ¿No sería más lógico que una gente que está sola en el mar, y que por lo tanto no puede contagiar a nadie, pueda salir al mediodía? Ojo, es una pregunta de ignorante...

Y ahora sí, momento del ecreo. De los autores de "Portugal ha parado mejor la pandemia que España porque está más al oeste" (Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica), llega a nuestras pantallas... ¡¡¡CARMEN CALVO Y LA LÍNEA RECTA!!! Los compañeros de El Mundo han rescatado este fragmento de la comparecencia de la vicepresidenta. ¡SEN-SA-CI-O-NAL! ¡IM-PA-GA-BLE! ¡¡¡IN-SU-PE-RA-BLE!!!

Por muchas bromitas que se puedan hacer con el número 69, ¡esta reflexión lo supera todo!