Pues no, parece que no ha gustado mucho el nombre de la persona elegida por Pedro Sánchez para ocupar el cargo de Fiscal General del Estado. Sobre todo por quien no lo ha escogido. Básicamente partidos políticos de la oposición y asociaciones diversas de fiscales y de jueces. Y es que Dolores Delgado llega aterrizando directamente desde la cartera de ministra de Justicia. O sea, se le critica el movimiento por la mezcla entre aquello de la separación de poderes y de la mujer de Cèsar. El (pequeño problema) es que la mayoría de los que ahora se hacen los ofendidos son profesionales del control político de la Fiscalía. Y no sólo. Y eso es un poquito cínico, la verdad. Pero hamos una parada y fonda en este cargo a ver que descubrimos.

Juan Manuel Fanjul fue el Primer Fiscal General de la democracia. Durante la guerra civil fue secretario general de "La FET y de las JONS" y después en dos ocasiones fue procurador de las cortes franquistas. Por lo tanto, el primero de la lista fue directamente un falangista. Como inicio no está mal, ¿no cree?

El segundo fue José María Gil-Albert, que venía ser diputado de la UCD. Lo sustituyó Luis Antonio Burón Barba, el primero que no venía de la política sino de la carrera judicial y que dimitió por discrepancias con el gobierno de Felipe González. El siguiente fue Javier Moscoso, antiguo diputado de la UCD y que llegó a Fiscal General después de ser ministro de la Presidencia del primer gobierno del PSOE. ¿Seguimos?

A Moscoso lo sucedió Leopoldo Torres, diputado del PSOE en las legislaturas del 1979, 1982 y 1986 y miembro de su Comité Federal. Lo siguió Eligio Hernández, conocido como "El pollo del Pinar", no por su faceta judicial ni fiscal sino porque este era el nombre que recibía cuando era un destacado practicante de lucha canaria. En su caso venía de tener cargos como el de Gobernador Civil de Tenerife, el de Delegado del Gobierno socialista en Canarias y el de diputado del PSOE en el Parlamento regional. A continuación escogieron a Carlos Granados, aquello que se diría un magistrado de dilatada trayectoria, sin ningún cargo político y que en el 2014 presidió la Junta Electoral Central.

El primer Fiscal General del PP fue Juan Ortiz Úrculo, que también venía de la carrera fiscal y que duró 8 meses en el cargo antes de dimitir. Lo sustituyó el destacado miembro supernumerario del Opus Jesús Cardenal. Oficialmente no tenía ninguna adscripción política, pero resultó ser más aznarista que Aznar. Todavía ahora se recuerdan sus opiniones contrarías al aborto, la homosexualidad, el divorcio y los anticonceptivos y el apoyo al fiscal jefe de la Audiencia Nacional Eduardo Fungairiño cuando este justificó en un informe los golpes militares en Argentina y Chile como la vía para mantener el orden.

Rodríguez Zapatero decidió superar la etapa más oscura de Aznar con Cándido Conde-Pumpido, un jurista que fue fundador y portavoz de la progresista Jueces para la Democracia. Con el PP nuevamente el poder se optó por Eduardo Torres-Dulce, proveniente de la carrera fiscal y con un tío que había sido presidente del Tribunal de Orden Público durante la dictadura. Seguidamente, la primera mujer, Consuelo Madrigal, más famosa como fiscal del juicio en el Supremo que ocupando el cargo de Fiscal General.

Y llegamos ya a José Manuel Maza, arquitecto de la estructura que sostuvo la causa contra el independentismo y de quien el PSOE dijo cuando fue nombrado que "su trayectoria como magistrado no garantiza en absoluto el perfil independiente que se requiere". Su muerte inesperada catapultó al cargo a Julián Sánchez Melgar, a quien la moción de censura contra Rajoy Quan también lo catapultó, pero a su casa y tras sólo seis meses. Pedro Sánchez en su primera etapa presidencial optó por María José Segarra, que no ha sido ni chicha ni limoná.

En resumen, el nombramiento de Dolores Delgado no hace nada más que seguir una costumbre que podríamos resumir con la frase: "cuando mando yo, mando yo y yo escojo como Fiscal General a uno de los míos. Y cuando mandes tú, ya pondrás a los tuyos y yo ya te lo criticaré. Y dentro de cien años todos calvos".