"Llevas todo el día currando, son las 22:30 horas y ya estás pensando en cerrar el bar cuándo acabes de despachar todas las cenas que estás preparando a toda prisa. De golpe entra una pareja de la Guardia Civil y te piden 2 cafés, uno de ellos 'sólo, largo y con hielo'. Les pones los cafés, sigues trabajando. Te dicen desde la barra; el guardia del café opina que has puesto poco. Le dices que si quiere, le pones otro igual, pero que tendrá que esperar. Sigues trabajando. Te vuelve a llamar la atención, pide la hoja de reclamaciones. La cosa se pone seria. Le preguntas qué problema hay y te repite que no le ha gustado el café. Le explicas que es lo que pones siempre cuando se pide un solo con hielo. Vuelve a pedir la hoja de reclamaciones. Se la das, resignada, y pensando en acabar cuanto antes con esto. Tampoco está de acuerdo con la hoja, dice que no es la correcta. Empiezas a estar tensa. Llamas a tu marido para preguntarle si hay otro tipo de hojas; no existen. Se lo dices al guardia, que insiste en que no le vale. Llamas a la Policía Foral de Navarra para que lo aclare. El guardia civil se niega a hablar con ellos, dice que no necesita una segunda opinión, y te pide la documentación personal y la de bar. Le entregas el carnet de conducir pidiendo que se acabe todo eso cuanto antes por poder seguir trabajando. El Guardia, cada vez más crecido. Llegados aquí, el agente te dice que salgas fuera, con él, y sientes rabia y miedo. Respondes que no te dejarás acojonar, que estás trabajando y que si habían acabado de comprobar datos, se vayan de una vez. El agente informa de que van a detenerme. No te lo crees. Acabas esposada, detenida y conducida en un coche patrulla de la Guardia Civil a un calabozo. Todo por un café con hielo. Denuncias el abuso. Hay un juicio, te dan la razón. El Guardia recurre, hay otro juicio más de un año después. Lo absuelven de todo. Todo eso no es ficción. Sucedió el 28 de julio de 2019 en el bar de la estación de servicio de Legarda, Navarra, en plena A-12".

Esta historia la ha explicado hoy en su cuenta de twitter la usuaria @JotaPGalindo, que es la mujer protagonista de esta historia. Aparte de eso enlaza dos noticias del Diario de Noticias de Navarra, que ha seguido el caso. En la primera, del pasado 24 de marzo, explicaba el juicio, con momentos como este: "El agente siguió tozudo con la hoja de reclamaciones. 'Percibía una hostilidad palpable en el local. Había menosprecio y humillación porque ella trataba de desautorizarnos. Le dije a un compañero que llamara al brigada en jefe para notificar los hechos'. Y la fiscal le ha preguntado: '¿Pero qué hechos? ¿Qué tenía que comunicar?".

En la publicada hace dos días explicaba: "La Sección Primera del Audiencia Provincial ha absuelto un guardia civil que detuvo a una camarera en el área de servicio de la autovía A-12 después de un incidente a raíz del café que le había servido. En abril, el mismo tribunal le había sentenciado a 6 meses de suspensión de trabajo entendiendo que su actuación fue 'desproporcionada', pero lo condenó por un delito diferente del que había sido acusado, hecho que llevó al Tribunal Superior de Justicia de Navarra a ordenar a la Audiencia que dictara una nueva sentencia. (...) Ahora, el mismo tribunal que lo había condenado por un delito cometido por funcionario público contra la libertad individual por imprudencia grave, lo absuelve del de detención ilegal por el cual la Fiscalía le reclamaba 9 años de inhabilitación. En su día, los magistrados argumentaron que los dos delitos afectaban a la libertad, por lo cual no se alteraba el principio acusatorio, un argumento que rechazó el TSJN".

Esta sentencia la conocíamos veinticuatro horas antes de que el responsable de la Guardia Civil en Catalunya, José Luís Tovar, denunciara en Sant Andreu de la Barca las "dificultades profesionales y familiares" vividas por los agentes destinados en nuestro país los últimos años. Y la verdad, no entiendo cómo pueden haber habido estas dificultades porque aquí el café normalmente nos lo sirven con galletas, piñas, natas, castañas y hostias -consagradas-. Por cierto, el acto donde fueron expresadas estas palabras lo presidió el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, el Juan Valdez de las declaraciones de los muy cafeteros, y autor de la frase "La comisaría de Via Laietana es símbolo de democracia". Sí, un símbolo largo con hielo, que va muy bien para los golpes.