Habíamos quedado en que La Marató de TV3 era una cosa que superaba el debate partidario. Habíamos consensuado que quedaba al margen de la disputa política y de la acritud permanente en la que estamos instalados. La Marató era un ejemplo de país solidario demostrando que cuando conviene va a una. Y también, por qué no decirlo, un momento que nos reconforta mucho porque nos miramos en su espejo y nos gustamos. Cuando sale la cifra aquella, ya de madrugada, con muuuchos dígitos, no podemos evitar exclamar internamente un "somos cojonudos". Este año, sin embargo, de momento la cosa va por el canto del barranco en una parte de La Marató, la del disco.

Cada edición, aparte de la gala televisiva del domingo de mediados de diciembre, incluye varias iniciativas solidarias entre las que destacan el libro y aquello que le denominan "el disco". Un disco que ahora es un CD vendido conjuntamente con los diarios de papel y a través de la plataforma iTunes, pero que seguimos llamándole "el disco" para entendernos. Sí, porque el 99,9% de la música la oímos en streaming, pero eso no tiene un nombre físico. Si decimos que ya está a la venta "la nube de La Marató", nos perderíamos. El problema es que cada vez hay más generaciones que no tienen ni idea de lo que es "un disco" y quizás no entienden el concepto o les suena a antiguo.

La gracia de este disco-CD-iTunes es que se cantan en catalán piezas de estilos muy diversos y que originalmente no se han creado necesariamente en catalán sino en inglés, español o algún otro idioma y las interpretan cantantes catalanes pero también de otros orígenes y que se expresan en otras lenguas. Pues bien, se ha iniciado un boicot contra este disco, que ya se puede reservar online y que podrá comprarse físicamente el domingo. ¿Por qué? Porque en él participa el cantante Francisco.

Ahora no me entretendré en recordar las barbaridades que ha dicho el tal Francisco sobre Catalunya, los catalanes y el idioma catalán. Pero las resumiré diciéndole que este señor no es muy partidario de ninguna de las tres cosas. En general. Y sólo le haré memoria de cuando el año 2015 se supieron los resultados de las elecciones en nuestro país y dijo que, teniendo en cuenta la victoria de los partidos indepes, a partir de aquel momento no compraría ningún producto catalán.

Los defensores del boicot argumentan que no es admisible aceptar la colaboración de un individuo que se ha ido acercando a los postulados de VOX y que, por mucho que en en disco-CD-iTunes cante en catalán, ha manifestado repetidamente su rechazo a esta lengua. De hecho, manteniendo lo que dijo, Francisco no se comprará el disco-CD-iTunes. Àngel Lacalle, director del proyecto, defendió la participación del cantante valenciano en el programa de Mariola Dinarès en Cataràdio diciendo que "han pasado cinco años de aquellas declaraciones y ahora Francisco ha dado un paso adelante para cantar en catalán porque quiere estar en La Marató y darle su apoyo".

Una postura y la contraria me plantean dos preguntas cruzadas: ¿Debemos blanquear a un señor que dijo lo que dijo y que no ha rectificado, cuando lo podría haber hecho perfectamente? ¿Quién somos nosotros para negarle a alguien la solidaridad, por mucho que haya tenido posturas totalmente opuestas a las nuestras, y en un proyecto donde de lo que se trata es de unir? Con respecto a mi opinión, lo que no entiendo es el criterio de selección y el don de la oportunidad.

En el mundo hay miles de cantantes, pero que hayan hecho declaraciones como las que hizo Francisco, sólo está Francisco. Y van y lo escogen a él. ¿Nadie pensó que eso generaría polémica? Teniendo en cuenta que no era un intérprete fundamental para el proyecto, ¿no podrían habérselo ahorrado? ¿Qué interés había en que participara precisamente Francisco? ¿Y si había uno o decidieron que era muy importante que estuviera, por qué no nos lo explicaron antes de estallara la polémica? ¿Sabe aquello de poner la benda antes de la herida? Pues no cuesta nada, ¿no? Para evitar malentendidos en proyectos que pretenden la solidaridad y el buen rollo.