Hoy he hecho la prueba. He estado un rato en el centro de BCN, allí quieto, y míreme, estoy entero. Creo. Ni me han atracado, ni me han apuñalado, ni me ha atropellado ningún patinete eléctrico. Eso último ha estado a punto de suceder, pero ha quedado demostrado que un servidor tenía razón cuando decía que algún día me sería muy útil tener ojos en el cogote.

El incivismo, los lateros y los turistas paseando medio en cueros vivos por la calle ya no son el gran problema de BCN. Ahora lo es la seguridad. O, mejor decir, la inseguridad. I la gran pregunta es: ¿Hay más o menos que otros años? ¿Y comparada con qué año? Porque como las cifras son de goma se pueden estirar a gusto. Usted déme una cifra y yo la usaré para darle la razón. La tenga o no.

¿Puede ser que haya más robos porque hay más gente dedicada a robar a más gente susceptible de ser robada porque cada vez hay más gente en la ciudad? ¿Y si ha más robos porque hay más gente, es posible que la proporción de robo por habitante sea más o menos la de siempre? No afirmo, pregunto. Y también pregunto: ¿puede ser que ahora cualquier robo que antes se producía pero que no era noticia ahora lo sea porque vivimos una oleada de lo que a finales de los años 70 del siglo pasado ya conocíamos con el nombre de "sensación de inseguridad ciudadana?". Y ahora afirmo: una de las imágenes que recuerdo de La Rambla de la BCN postolímpica, zona hotel Oriente, eran la cola de guiris esperando delante de la comisaría para denunciar el robo que acababan de sufrir no muy lejos de allí.

(Pequeño inciso: por cierto, cuando he sabido que el 40% —sí, sí, prácticamente la mitad— de la plantilla de la Guardia Urbana de BCN hace vacaciones en agosto, he tenido que pellizcarme varias partes blandas de mi cuerpo para confirmar que aquello que estaba oyendo era real).

Pasa igual con las violaciones y los abusos sexuales. En dos días, tres casos en la ciudad. ¿Hay más ahora que antes? Imposible de saber. Lo que es seguro es que ahora se denuncian más. Sólo en BCN la media del 2018 fue de una denuncia diaria por abuso y una cada dos días por violación. ¡UNA CADA DOS DÍAS! ¡Una barbaridad!

Pregunto: ¿Puede ser que las mujeres a quien violan y de quien abusan ahora opten para denunciarlo porque se sienten más acompañadas por una parte cada vez más importante de la sociedad que dice basta y eso las anima a pasar por el mal trago de la denuncia?

Y vuelvo a preguntar: ¿Puede ser que no haga tanto que la sociedad hacía sentir culpable a la víctima de una violación (es que van provocando) y esta no lo denunciara por vergüenza (ha tenido lo que quería y todavía se queja)?

Y sigo preguntando: ¿Puede ser que algunas mujeres fueran forzadas sexualmente y lo encontraran "normal" y no merecedor de denuncia? Ya sabe, aquello del "es que has estado hablando con él, él ha interpretado que tú querías rollo, lo has puesto caliente, él había bebido un poquito, tú también, él no ha podido evitarlo y, oye, tampoco es tan grave porque tú has dicho que no, pero con la boca pequeña porque en el fondo era que sí y ahora te arrepientes... Y por una cosa que tampoco es tan grave, al pobre chico puedes arruinarle la vida...".

Y última pregunta: ¿Puede ser que por motivos políticos muy diversos (aquí y allí), entre todos estemos hinchando todavía más una bestia ya lo bastante grande por sí misma y que la bestia de aquí sea igual de grande que en otros lugares donde actúa (incluso más) pero sin hacer ruido? No afirmo, sólo pregunto.