A finales de los años 70 del siglo pasado triunfaba un anuncio televisivo de compresas de la marca Evax. El producto era presentado como una maravilla tan maravillosa que, y cito el texto de memoria, en un momento dado se afirmaba: "¿Una gincana? ¿Bajar por la barandilla?". Vaya, como para demostrar que llevando la compresa aquella, todo estaba por hacer y todo era posible.

Cada vez que oigo PP y Ciudadanos reclamando la aplicación del 155 como solución mágica para acabar con todos los males de la humanidad de toda la galaxia, me viene en la cabeza aquel anuncio. El 155 es como una compresa que te permite hacerlo todo. Y más. Por lo tanto, le presento el anuncio de la compresa del 155.

Vemos a una pareja, tan contenta por la aplicación del simpático artículo, que se pone a bailar por el medio de la calle, mientras tararea el himno español. La coreografía y la alegría les leva a subirse a un coch... ay, no perdón, que eso es terrorismo. Vuelvo a empezar.

Vemos a una pareja, tan contenta por la aplicación del 155 que se pone a bailar por el medio de la calle, mientras tararea el himno español. Y la gente con quien se cruzan se añaden a la celebración ondeando alegremente inmensas banderas españolas porque por fin han sido liberados de la dictadura nazi adoctrinada paramilitar que campaba sin control por Catalunya.

A medida que la pareja va pasando por los portales de los diversos edificios por donde transitan, van encendiéndose unas luces que son la esperanza que renace en los corazones de la boina gente. Perdón, de la buena gente. El efecto es comparable a inyectarse adrenalina en los dedos gordos de manos y pies. Un fenómeno conocido como ÁlvarodeMarichalazo Plus.

Y mientras esto sucede, la gente que va añadiéndose al desfile va notando los milagrosos efectos del 155 en su vida. Gracias a la aplicación del 155 la gente por fin entiende eso de Netflix y Movistar. Y a quien le importa una mierda este tema, porque ni tiene Movistar ni mira Netflix, resulta que gracias al 155 empieza a mostrar un interés tan brutal en el tema que se hace de la secta de los que miran series y no paran de explicarlas al resto de la humanidad.

Y gracias al 155 pasan muchas otras cosas increíbles como la desaparición del jarabe de Módena y el cebollino, que tres días después nadie más hable del partido entre Boca y el River, que se dejen de usar las palabras desescalar y gentrificación y que el amigo invisible y el trap sean declarados delitos penales.

Y gracias al 155 queda garantizado que Dembélé nunca más llegará tarde a entrenar, que cada día se hable de Rosalia en algún medio, ligar en Tinder y que en cualquier circunstancia de cualquier tipo haya servicio de whatsapp durante estas fiestas, no fuera caso que en las comidas navideñas tuviéramos que hablar con nuestra familia allí presente.

Y gracias al 155 por fin se hablará de los temas que interesan a la gente y no de los temas que a los promotores del 155 no les interesa que se hablen.

Y gracias al 155 Vox podrá presentar todavía más denuncias, querellas, demandas y lo que considere oportuno. Eso sí, continuaremos como hasta ahora sin saber todo esto quien lo paga. Eso no lo sabremos ni con el 155...

Y gracias al 155, por fin aparecerá Albert Rivera en Antena 3. Todavía más. ¡Noooooooo, eso es broma! Es imposible que Albert Rivera salga todavía más en Antena 3, porque el día sólo tiene 24 horas.

El anuncio acaba con la pareja detenida por manifestación ilegal. Sí, porque como que el 155 sirve para todo, incluido para ser aplicado a cosas y circunstancias que su redactado no dice, también vale para petarse todos los derechos civiles, incluído el derecho a manifestación. Ay calla, que si eres indepe eso ya pasa sin el 155...