Subo la persiana. Sigue siendo invierno. Y sigue lloviendo. Con tanta agua, cuando| algún día llegue la primavera, la real y la metafórica, eso será una explosión de luz y de color que no nos la acabaremos. Mientras, seguimos confinados y con ministros saliendo a charlar a todas horas. Y charlando mucho. Pero mucho de mucho. Algunos no sabía ni qué cara hacían. Y los nombres, ni idea. Ahora tampoco, pero salen.

Ahora bien, seamos comprensivos. Esto de las ruedas de prensa eternas con señores y señoras ministras desconocidos leyéndonos unos rollos eternos es una consecuencia lógica de la situación que sufrimos. Piense que hay un montón de asesores sin dar un palo al agua. Brazo sobre brazo. Y claro a la que les dan la oportunidad de lucirse redactando una comparecencia pública, se abalanzan a los ordenadores para redactar páginas y páginas de paja, de circunloquios, de obviedades y de Paolocohelhismo infinito. Normal.

El problema es que cuando llega el momentos de hablar de los autónomos, cada día les sucede alguna cosa. Es como ir en un restaurante donde te prometen un menú degustación de primer nivel y a un plato le falta sal, en otro se han dejado un ingrediente, otro está crudo, la masa de las croquetas está congelada, el pescado está demasiado hecho, en el otro plato han puesto de guarnición florolos de Mura en vez de jandes del Berguedà y los postres denominados "la crema catalana como la hacía la yaya Angelina con el crujiente del abuelo Ton" resulta que miras la etiqueta y pone "made in Hong Kong".

¿Se acuerda de aquel martes día 17 de marzo (¿qué jóvenes éramos, verdad?), cuando Pedro Sánchez anunció aquella lluvia de 200 mil millones de euros detallados "en el que es, probablemente, el mayor Real Decreto Ley de la historia de nuestro país"? ¿Sí, verdad? Aquel mismo día ya descubrimos que ni eran 200 mil millones, ni eran ayudas sino créditos. También aquel mismo día supimos que los autónomos quedábamos fuera de cualquier medida. No existíamos. Después, cuando el segundo decreto de confinamiento, lo confirmamos al ver la aclaración que tuvieron que publicar a toda prisa y que empezaba diciendo: "la confusión generada por el real decreto que paraliza toda actividad no esencial, publicado el domingo de madrugada, ha obligado al Gobierno a emitir una nueva orden ministerial en la que aclara que la citada norma no es de aplicación a los autónomos..." y bla, bla, bla. Vaya, que horas y horas para redactar una cosa y cuando llega el momento, los autónomos no están muy presentes. Es lo que pasa cuando tienes tantas cosas en la cabeza.

Y después ha venido la famosa moratoria, que más que una moratoria es un número del espectáculo del Bombero Torero pero en versión "Contorsionistas chinas". La cosa es que la madrugada del martes pasaron el recibo de autónomos, la cuota mínima del cual son 300 euros. A las 3 y media de la tarde del mismo día salieron unos cuantos ministros a decir que el pago del recibo de autónomos podría aplazarse. Preguntada la ministra correspondiente por la voltereta esta de cobrarte una cosa a las dos de la madrugada y 14 horas después anunciarte que podrás pedir pagar más adelante lo que ya has pagado, la brillante respuesta fue: "yo entiendo que podrán solicitar la devolución". ¡ME-MO-RA-BLE!

En cambio, en el BOE de este miércoles sí que hay espacio para un simpático regalito a las televisiones privadas. En la página 42 de un decreto que tiene 87, allí en un rinconcito, publican este simpático párrafo:

BOE TV

QUINCE millones de euros por prestar el servicio que la ley dice que tienen que prestar y que se hará de una manera que ya concretarán otro día porque ahora es tarde y quiere llover. Y mientras, el Estado pidiendo dinerito:

Donaciones Coronavirus

La verdad, no sólo entran muchas ganas de pagar impuestos sino que, además, ya he solicitado un crédito para hacer un donativo de varios millares de euros, que ya pagaré vendiéndome unos cuantos órganos. Eh, que mientras yo tenga dos manos, a los señores Estado no les faltará de nada.

Y todavía me animo más viendo la solidaridad que supura desenfada de parte de los que tendrían que dar ejemplo. El New York Times publica una pieza donde habla de los millonarios del mundo que aprovechan el confinamiento para pasárselo por las gónadas:

NYT1

¿Y sabe qué prohombre, de entre otros, aparece al reportaje? ¡Siiiiií, lo ha adivinado, José María Aznar López! Pobrecito, está en Marbella "una famosa localidad resort en el Mediterráneo". Marbella, que es donde todo el mundo sabe que vive este señor y que, por lo tanto, es evidente que NO está en su segunda residencia. ¡NOOOO! Y no está porque está prohibido instalarse en las segundas residencias. Quién las tenga, claro.

Pero bien, se trata que la buena gente y las teles privadas sea felices y nosotros tenemos que colaborar para que eso sea así. Con ellos y con otras personas porque, en un momento en que todo está parado, hay cosas que tienen que seguir funcionando porque son de justicia. Como esta que me pasa una amiga abogada:

Conde

Y así ha pasado un día más, que es un día menos para que eso de ahora acabe y empiece una cosa que no sabemos cómo será, pero que ya sabemos seguro que la pagaremos usted y yo.