En las últimas sesiones, el Ibex ha ido ganando terreno y reduciendo las pérdidas anuales, hasta el punto de que puede cerrar el 2016 en positivo tras fases de sangre, sudor y lágrimas. Con el nuevo Gobierno que se prepara, y Luis de Guindos al frente de Economía, todo "va a depender a corto plazo de los resultados que están presentando las empresas", según Víctor Peiro, director de análisis de GVC Gaesco. Pero eso es de momento...

Luego vendrán nuevos imponderables y retos, pero en el escenario en el que nos movemos "es difícil pensar en alcanzar los 10.000 puntos. La cuota de los 9.500 puntos es más accesible", dice Peiro, a la espera de conocer el crecimiento de la economía americana en el tercer trimestre.

El entorno internacional es, en su opinión, de mayor relevancia que ese clima de violencia o confrontación permanente callejera con el que algunos partidos amenazan. "Eso ya se ha visto en Francia y no ha tenido una influencia importante en la Bolsa de París, que se ha movido en otros referentes", dice.

En el calendario europeo, "el punto de riesgo se situaría en el 4 de diciembre y en Italia", señala, cuando tendrá lugar un referéndum sobre una importante reforma política de cuyo resultado el primer ministro, Matteo Renzi, ha colgado su futuro. Las encuestas hasta el momento no van del todo a su favor, cuando precisamente habría motivos para el optimismo al ver al sector bancario avanzar con firmeza hacia su saneamiento. La entidad con mayores problemas, Monte dei Paschi, recortará 2.600 empleos y cerrará 500 oficinas, a la vez que hará una ampliación de capital de 5.000 millones de euros. Ya ha habido previamente fusiones y alianzas entre bancos medianos italianos. Por otra parte, los ajustes que está realizando el Deutsche Bank van en la misma dirección.

Tienen que ser los bancos los que tiren del Ibex

Esta mejoría en el sector financiero europeo está dando alas a la banca española. "Tienen que ser los bancos los que tiren del Ibex. Si no fuera por ellos no se habría producido la recuperación del índice que hemos conocido recientemente", dice Víctor Peiro.

Este salto hacia adelante que han dado CaixaBank, Sabadell, Santander, BBVA o Bankia" ha tenido que ver con la perspectiva de que los bancos centrales van a ir normalizando aunque sea lentamente sus políticas de tipos de interés, rebajando el carácter expansivo de sus decisiones monetarias", afirma el analista jefe de GVC Gaesco. Unos tipos de interés más altos favorecen el negocio bancario, como ha reconocido el presidente del BCE, Mario Draghi, quien ya habla de los efectos negativos a la larga de los tipos muy bajos.

"Junto a los bancos, los valores cíclicos, más cercanos al consumo y más propios de medianas empresas, como las relacionadas con los servicios, el turismo o el comercio, o entre ámbitos, como sería el caso de Ence, podrían igualmente mejorar sus valoraciones", indica.

Avanzando en el tiempo, vendrá la necesidad de un ajuste del déficit presupuestario estimado en 5.700 millones según requiere la Comisión Europea. "Pero eso no afectará al Ibex. De hacerlo, lo hará en los bonos y en sus diferenciales, aun cuando esa perspectiva no les ha afectado demasiado".     

El Ibex, en suma, se moverá a partir de dos motores. Para los grandes valores, la evolución de la coyuntura internacional será clave y especialmente la de los países emergentes. "La evolución de Latinoamérica influye mucho en el Ibex", apunta Peiro. Los grandes bancos y muchas empresas de referencia tienen una gran interdependencia con esa zona a pesar de la distancia.

Para las compañías de menor volumen, "un crecimiento del 3% del PIB les dará vida. Los sectores cíclicos, los que van con la marcha en el día a día de la economía, con el empleo, y si se quiere con el turismo, mejorarán sus expectativas", espera.  Es la mezcla, en definitiva, el combinado de nuestra economía, y no es malo. Y las expectativas del Ibex, tampoco.