Una de las cosas que más me fastidia es escuchar o leer opiniones de todos los gustos y colores de personas que opinan a priori sobre cualquier tema, sabiendo muy poco de él; y lo que más admiro es escuchar o leer a personas que saben de algo mucho, y saben explicarlo para los que no sabemos tanto. Si hablamos de redes sociales, Twitter es un ambiente particular, en el cual encuentras o bien nimiedades, voyeurs y troles (ya os adelanto que estas categorías no me interesan), o, también, pequeñas joyas. Estas son las que me enganchan. Hay científicos (más jóvenes) que dominan el difícil arte de hacer hilos de tuits sobre los resultados de su investigación, y son particularmente interesantes, porque en menos de 5 minutos has comprendido cuál es el trabajo realizado y cuál es el mensaje más relevante.

Eso es lo que me ha pasado esta semana y me ha permitido descubrir un verdadero trabajo de detectives científicos que, seguramente, ha pasado desapercibido para la mayoría de diarios y noticiarios: el origen de la pandemia de covid-19, o mejor dicho, el origen de las cepas de Sars-Cov-2 que han causado la pandemia mundial. Seguro que al inicio de la pandemia oísteis hablar de ello hasta la saciedad, tanto por los que no tenían ni idea como por los que podían opinar con propiedad. Había múltiples hipótesis: que si el virus nos había infectado a partir de algún animal salvaje, que si era un virus que se estaba estudiando y se había escapado de algún laboratorio de investigación sin control o, incluso, quizás escuchasteis opiniones (ya os puedo decir que sin ningún fundamento) que defendían que había sido fabricado sintéticamente en un laboratorio con el fin de infectarnos a todos. Escribí hace unos meses un artículo aquí rebatiendo esta última opinión, y las otras hipótesis han sido ampliamente debatidas. En todo caso, la noticia sobre el origen de la pandemia (noticia que, estaréis de acuerdo conmigo, no es menor) se basa en los dos artículos que se acaban justo de publicar en la revista Science y que, a causa de su relevancia, se han adelantado y ahora se encuentran en línea. Seguro que dentro de unos días, cuando la noticia salga publicada en papel, las agencias de noticias, diarios y noticiarios se harán eco, pero yo os adelanto los resultados más relevantes.

Todas las evidencias indican claramente que el origen de la pandemia de covid-19, el epicentro, fue Huanan, el mercado de animales salvajes vivos de la ciudad de Wuhan

La noticia se divide en dos: 1) no hubo un único suceso de infección, sino dos, con muy poco tiempo de diferencia —uno a mediados de noviembre de 2019, y el otro unas semanas más tarde, en diciembre de 2019— a partir de dos huéspedes animales probablemente diferentes (es decir, son dos sucesos de zoonosis, pero con una infección de dos huéspedes animales inicialmente, lo cual permitió generar dos cepas de Sars-Cov-2, la A y la B), y 2) todas las evidencias indican claramente que el origen de la pandemia, su epicentro, fue Huanan, el mercado de animales salvajes vivos de la ciudad de Wuhan.

Vayamos por partes. Huanan, el mercado de Wuhan de animales salvajes vivos, vende (o vendía, hasta que lo clausuraron el 31 de diciembre de 2019) todo tipo de animales que ya sabemos que pueden ser huéspedes de virus que infectan a los humanos, entre los cuales, perros mapaches (son de la familia de los perros, pero su pelaje recuerda a un mapache), erizos, tejones, liebres, zorros rojos... de hecho, más de una docena de especies de mamíferos que se ha demostrado que pueden transmitir virus infecciosos a los humanos. Todos los primeros casos de covid-19, los últimos meses del año 2019 e inicios de 2020, se encuentran en torno al mercado de Huanan, o bien son trabajadores o clientes o gente que vive en torno al mercado (muy lejos de donde está el centro de investigación en virus de Wuhan, cruzando el río Yangtze), pero hay que recordar que los primeros casos no fueron correctamente diagnosticados y fue mucho más tarde cuando se definió como una enfermedad infecciosa con identidad propia. Sin embargo, mirad el mapa que adjunto de casos iniciales, extracto de los datos del informe de la OMS, son clarificadores.

infecciones covid wuhan worobey et al science
Imagen de las infecciones por covid-19 en Wuhan, durante los primeros meses de pandemia (noviembre-febrero) y su distancia con respecto a Huanan, que queda en el epicentro (imagen extraída de Worobey, et al. Science (2022), doi: 10.1126/science.abp8715)

Además, y muy importante, los primeros informes de la agencia china de control de enfermedades infecciosas (aunque parece que nadie les hizo demasiado caso), demuestran que los análisis de contaminación potencial por parte del virus detectaron su presencia en la zona del mercado donde están los animales salvajes, tanto en las jaulas y barrotes, en plumas y pelos aislados en las máquinas de transporte, como en las alcantarillas de aguas residuales de aquel espacio. De hecho, la mayoría de casos iniciales de humanos infectados se concentran en torno a esta zona del mercado, mientras que otras zonas más alejadas (donde se vendía pescado y marisco vivo) presentaron menos casos de infectados. La secuenciación y comparación filogenética de los virus aislados de estos casos iniciales demuestra que había dos cepas de Sars-Cov-2, la cepa A y la cepa B. La cepa B fue más efectiva y todos los casos estaban relacionados con el mercado, pero la cepa A, que también afectó a trabajadores del mercado y gente de la calle, apareció unas semanas más tarde. No se han encontrado nunca secuencias de virus de cepas intermedias entre estas dos cepas iniciales A y B, por eso la hipótesis más plausible es que se trata de dos fenómenos independientes de zoonosis, a partir de dos huéspedes independientes (dos animales diferentes) que fueron infectados por una misma cepa inicial del virus o que, al vivir amontonados en jaulas muy próximas, fueron infectados de forma secuencial. Después, de forma independiente, la infección llegó a los humanos. Aquí hay que recordar que el paso de un virus por una especie suele implicar evolución y selección de diferentes variantes, en este caso, diferentes huéspedes iniciales explicarían la aparición de las cepas A y B. Sea como sea, las dos cepas tienen el mismo epicentro, Huanan. Y de allí se extendió al resto de la ciudad de Wuhan y a todo el mundo.

infeccio inicial sars cov 2 pekar et al science
Modelo sobre cómo sucedió la infección inicial por el Sars-Cov-2 y se convirtió en la pandemia de covid-19, propuesta por los autores, con los datos de Pekar et al. Science (2022), doi:10.1126/science.abp8337 y Worobey, et al. Science (2022), doi: 10.1126/science.abp8715)

Me podéis preguntar: ¿cómo se originó el primer virus del cual se derivaron estas cepas infectivas de huéspedes, que después llegaron a los humanos y han causado esta pandemia devastadora? Este es el origen de todo, pero todavía no lo sabemos a ciencia cierta, sólo podemos inferir que surgió seguramente en algún murciélago. Tenemos datos para deducir cómo y cuándo se originó la infección masiva a humanos, pero todavía no sabemos el origen primigenio: es una caja negra todavía por identificar y estudiar.

Ahora, con estos datos que permiten fundamentar un modelo factible y plausible, los investigadores ya no se entretendrán en rebatir ideas peregrinas y se pueden concentrar en encontrar el origen del virus, aquella primera cepa y el primer huésped. Eso nos permitirá comprender cómo se puede originar una pandemia, aprender y tomar medidas preventivas. Así es como la ciencia avanza, dejando de lado los debates estériles y centrándose en lo que realmente es importante: avanzar en el conocimiento, abordar retos y buscar soluciones.