La manifestación del domingo en Madrid ha resultado curiosa por muchas razones, por más de las que parece o, en todo caso, por más de las que ya se han señalado y han sido motivo de mofa variada. Entre estas el mensaje del propio Partido Popular, si no dicen lo contrario, que aseveraba "Hemos juntado más gente que ningún otro acto político en la democracia."

No sé por dónde empezar porque más "inexacta" no puede ser esta afirmación; por mucho que intenten escudarse en la indefinición del concepto "acto político" y así no hablar de manifestación. De hecho, compararse y salir airosos lo tienen lo bastante difícil; a pesar de que vistas otras convocatorias del mismo estilo, aún han conseguido tener buena pinta. Cuando menos en la foto. Parece mentira el gran rendimiento visual que han sacado de una concentración que reunía, según los mismos convocantes del acto, 65.000 personas y según las autoridades 40.000. Y eso no es responsabilidad del Partido Popular, y tampoco de los medios de comunicación que le son afines; cuando menos, no solo de ellos.

Y no hablo de tener presentes aspectos como la perspectiva del conjunto del territorio representado, dado que los organizadores hicieron venir a gente de todo el Estado para poder reunir este gentío, y la cifra, ante España, empequeñece mucho. No quiero, de ninguna de las maneras, menospreciar la concentración, aunque sea imprescindible ponerla en su lugar. Hablo de la intención con que se escoge la foto y, por lo tanto, qué mensaje se quiere dar. Y lo que menos me preocupa en este caso es el diario que escogió de la Diada 2023 una calle vacía con uno solo manifestante independentista; me preocupan mucho más el resto. Los que supuestamente hacen un periodismo riguroso.

Tengo muy presente el tratamiento de las imágenes que se hizo de la Diada, de este último 11 de septiembre especialmente, pero también de otras convocatorias. Si alguien que no lee —y si lee los titulares todavía peor—, compara fotos —también en los medios de Catalunya—, se llevará exactamente la impresión contraria de la magnitud de los dos acontecimientos. ¡¡En Madrid sí que han juntado gente!! Al final será verdad que una imagen vale más que mil palabras, aunque también con las palabras se afina lo que haga falta y sin necesidad de la inteligencia artificial.