Hay toda una generación de mujeres que creció pensando que el fútbol no era un lugar para ellas y, aun así, llenas de terquedad, talento y dignidad, siguieron chutando el balón hasta llegar a ser campeonas del mundo. Y lo fueron por méritos propios, no solo sin demasiado apoyo institucional sino que, encima, con palos en las ruedas. Los obstáculos no llegaban de la trinchera rival sino que era fuego (supuestamente) amigo. El caso Rubiales empañó aquella victoria memorable y desató un gran debate a nivel internacional, demostrando que ellas tenían razón desde el principio. La directora y guionista de La Ràpita, Joanna Pardos, explicó aquella historia en #SeAcabó, Diario de las campeonas, documental de Netflix que ha sido nominado a los Premios Emmy Internacionales. La gala de entrega es dentro de quince días en Nueva York.

Alexia Putellas, Jennifer Hermoso, Irene Paredes, Aitana Bonmatí, Olga Carmona o Teresa Abelleira son solo algunos de los nombres que, después de años de morderse la lengua, decidieron hablar sin tapujos ante la cámara. Dispuestas a contarlo todo, confiaron en Joanna Pardos para explicar la verdad y este hecho es clave para entender la magnitud y el enfoque del documental —que también estuvo nominado a los Goya— y el mérito enorme que tiene haber reunido a la mayoría de protagonistas de aquel momento. Esto demuestra la influencia que la directora ebrense tiene en las jugadoras, una amistad forjada tiempo atrás a través de Alexia Putellas, cuando ya dirigió la docuserie sobre su vida (Alexia, Labor, Omnia, Vincit, Amazon Prime), obra que también quedó finalista en los Emmy Internacionales 2023, ceremonia que este medio cubrió desde Nueva York.

Tras ganar aquel Mundial en Australia, el machismo inherente a la Federación Española de Fútbol (RFEF), encabezado por Luis Rubiales y Jorge Vila, acabó de supurar por todas las costuras y aquel beso no consentido (aquella agresión sexual ahora ya condenada por la justicia) lo hizo estallar todo. El título quedó diluido y manchado y la victoria pasó a un segundo plano por la apropiación indebida del protagonismo por parte de aquellos hombres al frente de la institución y de todas sus ramificaciones. #SeAcabó —que algunos coaccionaron para que no viera la luz— explora el extraordinario camino que han recorrido las jugadoras, no solo para ganar aquella copa sino también para instaurar las bases de una nueva era en el deporte femenino. Son testimonios personales de lucha y esfuerzo que sobrepasan lo deportivo y aterrizan directamente en nuestra sociedad, valor añadido que el prestigioso jurado ha tenido en cuenta.

El documental #SeAcabó, dirigido por la ebrense Joanna Pardos, que explica la historia de las campeonas del mundo de fútbol y su lucha por la profesionalización y contra el machismo, ha sido nominado a los Premios Emmy Internacionales

El documental brilla por el montaje, por el ritmo, por el guion (obra también de Pardos) y por el mérito de reunir a todas las protagonistas. Bajo la batuta ejecutiva de Javier Martínez y Luis Miguel Calvo, de la productora You First Originals (que los proyectos hay que sostenerlos y ponerlos en marcha y ellos de eso saben mucho), resaltan la mirada feminista, la honestidad y el hecho de narrar en tiempo real el hecho contemporáneo que se vive, y no de forma neutral sino con implicación. Esta manera de acompañar la actualidad como si fuera vista desde un futuro que mira hacia atrás, con aire reflexivo, con la idea de conciencia. Las jugadoras estaban desprotegidas, menospreciadas, eran secundarias, eran las niñas. Hasta que dijeron basta y se unieron, huyendo de divisiones internas alimentadas interesadamente por filtraciones fangosas. Aquella cohesión sí fue un gol por la escuadra. Su trabajo colectivo y esta sororidad las reunió a todas bajo el paraguas del hashtag creado por Alexia, que tuvo repercusión mundial, como la propia nominación está teniendo (no comentaré lo poco o nada que se habla de ello en medios generalistas catalanes, no me cabría aquí, y hoy queremos destacar los méritos del trabajo, no el mutismo de los otros).

En agosto de 2023, en Australia, la selección femenina de fútbol no solo ganó el título físico en el terreno de juego: ganó la copa virtual de la igualdad y el feminismo fuera del campo. Ese trofeo también es un poco de todas las predecesoras que tuvieron que aguantar las burlas y los pellizcos en la mejilla del exentrenador Ignacio Quereda, el eterno lumbreras y vividor: 27 años estuvo en el cargo de seleccionador absoluto sin ganar ningún título y en la pizarra táctica, a menudo, ponía doce fichas. Igualmente, un trocito de medalla también es de algunas de las quince jugadoras sublevadas que mantuvieron el pulso y fueron castigadas (Mapi León, Sandra Paños, Patri Guijarro...). Su integridad y constancia, captada con sensibilidad por el objetivo de Pardos, ha tenido premio, a pesar de no poder lucirlo en ninguna vitrina.

Todavía recuerdo cuando Joanna, en una cena en Tortosa, con amigas de esas que duran toda la vida, nos dijo en petit comité que estaba preparando justamente este documental, que empezaba a tener los primeros síes de las jugadoras entrevistadas. Le guardamos el secreto que ahora nos gusta pregonar porque nos sentimos orgullosas, no solo por la amistad sino por los méritos propios: una nominación a los Goya y dos nominaciones a los Emmy Internacionales en tres años hablan por sí solas, aparte de otros reconocimientos. Ojalá el lunes 24 de noviembre pudiéramos decir que Joanna Pardos también ha escrito su propio diario de una campeona.