Llegó el día. El PSOE presenta en el Registro del Congreso de los Diputados la moción de censura contra Rajoy. Bien. Ahora será la mesa del Congreso quien ponga fecha para el debate, y por los antecedentes que tenemos, podríamos esperar que el plazo se plantease en unos veinte días.

El reglamento del Congreso establece un mínimo de diputados para registrar la moción (el 10%), que en esta ocasión estaría en 35 escaños. Sin embargo, el PSOE ha aportado la firma de todos sus diputados: 84. Y lo ha hecho antes de celebrar la reunión del máximo órgano de dirección del partido, puesto que la reunión de la ejecutiva tuvo lugar después. Será el lunes cuando el Comité Federal tome la palabra. Por el momento Sánchez ha dicho que está dispuesto a recibir apoyo de todos. Veremos si le dejan.  En la reunión del lunes  tendrán que plantear qué apoyos están dispuestos a contemplar, puesto que en aquel 28 de diciembre de 2015, fue el Comité Federal quien puso las líneas rojas a Sánchez, prohibiéndole ser investido con el apoyo de los partidos nacionalistas e independentistas.

El pasado verano, en este sentido, Sánchez rechazó la propuesta que le lanzó ERC y PDeCAT para presentar la moción. Habrá que ver ahora si se plantean esta propuesta como posibilidad que, además serviría para tender puentes con los soberanistas catalanes. 

Tendrán, por tanto, que decidir, de quién quieren acompañarse en esta oportunidad para desalojar al condenado ya Partido Popular del gobierno.

De momento, según el reglamento, hay dos días para que otras formaciones registren también sus propuestas de moción de censura. Para ello necesitan presentar la firma de 35 diputados, la motivación y un candidato. Curiosamente solamente pueden hacerlo los de Podemos, porque además del PSOE, son los que cuentan con escaños suficientes. Sí, ha leído bien. Ciudadanos tiene 32. No llega al 10% requerido. Sin embargo, los de la formación naranja  hablan de una moción “instrumental” que aún no se sabe lo que significa. Más bien parece que forma parte de su construcción particular de relato. De momento ya han dicho que no apoyarán la del PSOE si no es únicamente para convocar elecciones desde un gobierno “provisional” (quizás sea esto a lo que se refieren con soltar la “moción instrumental). Así que les faltan tres votos de otra formación si quieren promover una moción por su cuenta, y esto resulta verdaderamente complicado. 

 Ellos también convocan una reunión, la de su ejecutiva, para el próximo lunes 28, donde estudiarán la situación: en un primer momento, exigen que Rajoy convoque elecciones, y si se niega, plantearán una moción de censura.

 Los votos han de ser públicos y la decisión se toma por mayoría absoluta. Son necesarios 176. 

Así las cosas, vemos que Ciudadanos plantea que primero se terminen de definir los Presupuestos Generales del Estado. E invita a los “constitucionalistas” o sea, al bloque del 155 para ver de qué manera se intenta extender su aplicación. Desconocen los de Rivera que el artículo 115.2 de la Constitución Española establece que, una vez presentada una moción de censura, no pueden convocarse elecciones. Esto significa que: si se pretenden convocar sin pasar por una moción, esto solamente podría suceder por dos motivos: la mesa del Congreso no admite la moción de censura presentada por el PSOE, o bien es el propio Sánchez quien la retira. Viendo la situación es bastante improbable que esto se produzca. 

Ahora la pelota está en el tejado de Sánchez y de Iglesias: porque retirar el 155 y pactar con los soberanistas sería una solución muy positiva para desbloquear demasiados frentes que hay abiertos. Probablemente el PSC entendiera positiva esta postura, y también los comunes, que de este modo podrían encontrar un balón de oxígeno en Catalunya y ser precisamente las fuerzas que posibilitarían un diálogo efectivo. Además, lógicamente, tendrían que plantearse acuerdos en el sentido de relajar la tensión por parte del gobierno (en caso de que la moción de Sánchez saliera adelante) y los republicanos.

Se define en estos momentos lo que será el futuro gobierno: o bien un frente republicano, que elimine la aplicación abusiva del 155 en Cataluña y que comience a deshacer todas las medidas antisociales y represivas que ha pilotado el PP, arrinconando así a CS junto a los de Rajoy; o bien darle la mano a Ciudadanos y conformar un panorama bien distinto.

Si Sánchez prefiriese echarse en manos de Rivera, el panorama sería muy distinto. Seguramente mantendrían el 155 en su versión de alto voltaje (vaya usted a saber lo que esto significa, porque la imaginación de Ciudadanos se frota las manos pero no especifica lo que quieren hacer, salvo lanzar señales contra TV3),y de esta manera Sánchez podría presentarse como la izquierda de algo. Al lado de Ciudadanos, efectivamente, prácticamente cualquiera lo es.  Y así tendría sentido el eslogan de “somos la izquierda” que estuvo repitiendo Sánchez durante el verano.

Tenemos días intensos por delante, sin duda. Y ya era hora de que algo pasara, de que los políticos tuvieran que hacer política. Ahora veremos si prefieren cambiar y promover medidas para el interés general, la convivencia y la honestidad, o mantendrán la confrontación, la manipulación mediática y el interés partidista a costa del bienestar de la sociedad.

Hagan apuestas. Aquí tienen los números: 

PSOE: 84

Nueva Canarias: 1

Podemos: 71

Ciudadanos: 32

ERC: 9

PDeCAT: 8

PNV: 5

UPN: 2

Foro Asturias: 1