Seguramente las hienas no figuran entre los animales que nos generan una mayor simpatía. De hecho, en muchas culturas se las considera cobardes o sucias, posiblemente porque en épocas de hambre, pueden remover la zona donde hay entierros, y comerse los restos humanos que encuentran. Las hienas son animales que viven en clanes y atacan colectivamente para obtener presas que comen rápidamente. Cuando no encuentran comida fresca, también se adaptan a comer carroña y normalmente vemos en los documentales cómo comen los restos de animales cazados por un grupo de leonas, aunque las hienas son buenas cazadoras. Una idea falsa que tenemos es que las hienas se parecen a los perros, pero son más próximas a los félidos (familia de los gatos) que a los cánidos (familia de los perros). Las hienas tienen dientes carniceros y unos colmillos muy poderosos, que rompen con gran facilidad los huesos de los animales cazados, con mayor eficiencia que los cánidos. Hay varios tipos de hienas, pero hoy me centraré en las hienas moteadas (Crocuta crocuta), que tienen una piel moteada que recuerda a la del leopardo.

Pues bien, hoy os querría hablar de la política que ejercen dentro de los clanes de las hienas moteadas. Para empezar, os diré que, aunque los clanes tienen machos y hembras, son clanes matriarcales muy estables, con una hembra dominante que vive mucho tiempo. Las hembras de esta especie tienen un clítoris muy alargado denominado pseudopene, y la disposición anatómica de los genitales hace que solo si las hembras quieren y lo permiten, pueden ser montadas. De esta manera seleccionan el macho con quien quieren aparearse. Esta disposición genital tan particular quizás explica porque en Las Metamorfosis de Ovidio se consideraba que las hienas podían cambiar de sexo y naturaleza, de macho a hembra, y al revés.

Los clanes de hienas (entre 20 y un centenar de animales) son estrictamente matrilineales, de forma que los machos están poco tiempo y se pueden marchar, mientras que las hembras se quedan. Todavía más allá, hay verdaderas dinastías de hembras dominantes. Es decir, las hembras dominantes tienen hijas que serán dominantes, mientras que las hembras de bajo rango, tendrán hijas de estatus social bajo. Curiosamente, esta estructura tan rígida hace que no haya conflictos, y que las hembras acepten su posición dentro de la jerarquía social. Como no dependen de sus atributos físicos (su fuerza o volumen) para mantenerse en su estatus, la hembra dominante vive muchos años como matriarca y, en general, será sustituida por una de sus hijas, estableciendo verdaderas dinastías. De hecho, tanto la madre como las hermanas mayores protegen en cualquier conflicto a las hembras más jóvenes, por lo cual, la sustituta siempre es una de las hijas pequeñas que, desde jóvenes, han sido promovidas a dominar, gracias a la ayuda de su línea familiar femenina. En cambio, las hienas jóvenes hijas de hembras de bajo rango, no tienen esta suerte. La cuestión es que este mantenimiento de statu quo solo puede existir y continuar si hay coaliciones dentro del clan. Y eso es lo que sucede. Las hembras dominantes y de alto rango se defienden entre ellas y defienden a su descendencia, en coalición, talmente como la edad media a los nobles defendían a su rey (bueno, en teoría era así, pero con las hienas funciona).

Esta dinámica de dinastías, con un estatus social tan marcado también determina expectativas de vida y de éxito reproductivo. Las hembras dominantes viven por término medio cerca de los 10 años, mientras que las hembras de rango bajo no llegan a los tres años de vida. Estas diferencias también determinan diferencias en el número de hijos y en la supervivencia de los hijos. Eso hace que dentro de un clan, algunas líneas matrilineales crezcan mucho (llegan a multiplicar por 10 el número de descendientes dentro del grupo) y otras disminuyan o incluso, líneas matrilineales que desaparezcan del grupo. No es una situación trivial, fijaos en que es una sociedad, un clan tribal muy desigual, tanto genéticamente como de estatus social. ¿Y cómo se puede mantener tan desigual?, me podéis preguntar, ¿cómo es que las hembras de menos rango lo aceptan? Bien, en algunas circunstancias en que no se ha mantenido la jerarquía, como las hembras van en coalición, acaban todas malheridas. Ya he comentado que tienen unos magníficos dientes y colmillos y las heridas que se infligen las unas en las otras no son precisamente caricias. Así que es probable que mantener el estatus de dominancia y diferentes rangos les permita sobrevivir a todas mejor, aunque sea con grandes diferencias de clase ni equidad. No creo, sin embargo, que esta estabilidad en la desigualdad sea igual de aceptable dentro de las sociedades humanas, y nuestra historia está llena de ejemplos que demuestran que las desigualdades extremas generan un gran malestar social y acaban llevando a revoluciones.

Esta historia social de las hienas, tan particular, ha merecido ser la portada de la revista Science de esta semana, porque se ha hecho un estudio comportamental y de relaciones sociales de un clan de hienas durante 27 años. Han analizado 73.767 interacciones dentro del clan, pero a diferencia de los análisis comportamentales de hembra en hembra, han estudiado las interacciones en varias generaciones, utilizando métodos de análisis de redes, en este caso de la red de relaciones sociales. Y lo que demuestran, y este es un punto muy importante, es que las coaliciones de la hembra dominante se transmiten a las hembras hijas, particularmente, a la hija que dominará. Estamos hablando de que las hijas, además de heredar los genes de la madre y el estatus, están heredando las relaciones sociales dentro del clan. Si la madre dominante tiene establecidas relaciones de coalición con otras hembras de alto rango, la hija es enseñada desde pequeña y limita su contacto a estas hembras y sus descendientes, por lo cual, se perpetúan las coaliciones dentro del clan, y estas coaliciones pueden durar muchos años, incluso después de que la madre muera. Las otras hembras defenderán y obedecerán a la hembra dominante, de igual forma que lo hacían con su madre. ¡¡Es increíble!! Las hienas casi son "humanas". Entre los humanos, la historia nos muestra que la gente poderosa intenta aliarse con otra gente poderosa y llevan a los hijos a las mismas escuelas o a los mismos lugares para que se conozcan y encuentren intereses comunes, compañeros de pupitre. O también lo habéis visto en las estructuras de clanes familiares, en que las filias y fobias, las luchas territoriales, los amores y odios interfamiliares se transmiten de generación en generación. Claro está, eso tiene sentido si la sociedad, en este caso, el clan, tiene una estructura jerárquica muy establecida y rígida, con pocos grados de flexibilidad.

Lo que es importante también es que esta estructura de herencia de contactos y red, también permite transmitir conocimiento rápidamente por vías establecidas de confianza entre los animales y, por lo tanto, cómo se toman decisiones y cómo se comporta el grupo. ¡Para pensar un buen rato, os dejo una de las imágenes en red!

En network of social inheritance. Fuente: imagen extraída de Firth i Sheldon, Science 373: 274-275; DOI:

A network of Social Bonds / Fuente: Firth i Sheldon, Science 373: 274-275; DOI: 10.1126/science.abj5234