Nuevo desastre en Rodalies. El caos nuestro de cada día que no nos falte, señor ADINFE (que es la suma de RENFE y ADIF). Cuando no es por un ajo (diga robo de cable de cobre) es por una cebolla (diga el incendio de unos muebles). Y cuando no, lo es por las dos cosas (dígale la señorita catenaria o que se les cuelga el Windows 95). Alguien podría pensar en la fatalidad. Y alguien más, sobre todo este martes, habla de victimismo. Concretamente del victimismo "indepe". Sí, la fatalidad y el victimismo de quien entra a quirófano para operarse de juanetes y sale con un marcapasos.

—Escuche, ha sido mala suerte, pero no se queje que ahora tiene dos corazones. ¿Qué más quiere?

—Muchas gracias, pero, ¿y mis juanetes?

—¡¡¡Quiere hacer el favor de parar de quejarse!!!

Da mucha pereza tener que volver a hacer el debate sobre déficit de infraestructuras en Catalunya. Mire, no hace falta. Sobre todo, porque a según qué edades sólo faltaría tener que discutir con alguien que asegura que el sol sale por el oeste. Sí, sí, y también llueve hacia arriba, la tierra es plana, tengo un cuñado que nació en el planeta Raticulín y Cristiano Ronaldo es un tipo muy humilde. Pero para cerrar el tema de una santa vez, dos pequeños ejemplos de victimismo. Me olvido de los grandes déficits, de los que claman al cielo. Me olvido también de los ridículos porcentajes de ejecución de unos presupuestos ya ridículos y me centro en el cada día, en lo que sufren habitualmente los usuarios de dos líneas que son responsabilidad de ADINFE.

Empezamos por la línea de Tortosa, también conocida como la de los 20 minutos porque los trenes tienen la simpática costumbre de ir siempre con 20 minutos de retraso. Repasamos sólo incidencias de los últimos tres días:

 

Trenes 1

 

Y ahora vamos a la línea de Puigcerdà, con un récord IN-SU-PE-RA-BLE: en el 2016, los trenes tardan en hacer el recorrido 12 minutos más que hace 20 años. Miremos las incidencias de los últimos 10 días:

 

trenes 2

 

Efectivamente, victimismo total y absoluto para criminalizar un Estado que se desvive para hacer felices a los usuarios de estas dos líneas que funcionan como un reloj o la de Manresa, donde los trenes son avanzados por las diligencias. Felicidades ampliables a los enlaces en transporte público al aeropuerto (donde ahora llegará el metro de la bruja y de rebote), por la N2 en el Maresme, por la N2 en Girona, por la N-340, por la conexión ferroviaria con el País Valencià, por el eje mediterráneo, por...