¿Cuál sería el motivo principal que os lleva a ir a un concierto, a comprar un disco o a escuchar una canción en Spotify? a) el origen del artista en cuestión; b) la calidad y el estilo de su música. Intuyo que la respuesta mayoritaria será la b. ¿Si es así, por qué se tiende a etiquetar a algunos músicos del país en función del territorio de donde proceden? Sobre todo si no proceden del centro del país, claro está.

Que se hable de un fenómeno territorial ayuda, por un lado, a situar aquella región en el mapa y a hacerla partícipe de la actualidad. Por otro lado, sin embargo, quizás lo estigmatiza y la reduce. La identidad ebrense, por ejemplo, es muy marcada y no solo no nos escondemos sino que la mostramos con orgullo allí donde vamos. Además, nuestra habla nos delata rápidamente. Conforme. Pero de la misma manera que no me gusta ser cuota femenina y que se me contrate por ser mujer, tampoco querría ser simplemente cuota ebrense, especialmente con respecto a la canción, e ir a un festival o a una entrevista por aquello de la representatividad regional. ¡Los músicos —en general y seamos de donde seamos— preferimos que se nos tenga en cuenta por el talento, por el estilo o por la calidad del trabajo en sí y no tanto por el origen, —que también, pero no tanto, por favor. Personalmente, encantados. Profesionalmente, no hay que abusar.

La revista Enderrock de este mas de abril dedica un especial al panorama musical de las Tierras del Ebro, incluido el encartamiento de un CD con temas de una veintenta de formaciones del territorio. Es un síntoma extraordinario de vitalidad y es evidente que denota una buena salud. La tierra imprime carácter, estoy de acuerdo y es bien sano. En el sur hay una enorme cantidad de músicos por metro cuadrado, la proporción es extraordinaria. Que una publicación como Enderrock se fije también es motivo de celebración. Quizás sí que de vez en cuando una cierta discriminación positiva es necesaria por aquello de compensar los años de olvido y quizás sí que en los últimos años ha habido un aumento de artistas ebrenses que ha hecho que el foco se girara hacia el sur. Igualmente, haría falta no morir de éxito ni reducir la música que se hace en el sur como un estilo para ser consumido en el sur. En principio iniciativas como la de Enderrock tendrían que contribuir en positivo a situar la música de una zona concreta en el mapa global y ayudar a hacerla de todos.

Lo que de un lado ayuda a visualizarte y a encontrar lo se llama nicho de mercado, acaba siendo una etiqueta

Puede pasar el mismo con los libros: literatura ebrense, autores ebrenses, etc. Lo que de un lado ayuda a visualizarte y a encontrar lo que que se llama nicho de mercado, acaba siendo una etiqueta, como si desde el Ebro no se pudiera escribir o cantar para todo tipo de públicos y se hiciera solo o en gran medida para los oriundos. Demasiado a menudo se habla de nosotros en la prensa en noticias de ámbito territorial, no nacional. Como si estuviéramos arrinconados, como algo exótico o esporádico o como si todo acabara en la jota. Que, por cierto, nos encanta, ¡claro está!

¿Alguien sabe dónde nació el compañero Joan Dausà? ¿Y Gemma Humet? ¿Conocéis los orígenes exactos del amigo Cesk Freixas? Quizás es más fácil tararear algunas de sus melodías y ya está, ¿no? Pues eso. No se canta mejor por ser de Girona ni se compone peor por ser Tortosa; ¡ey! y viceversa. Da igual si eres de Sant Feliu del Llobregat, del Penedès o de la Catalunya Central. Importa qué haces y que tengas las mismas oportunidades y después, que el público escoja, que sobre gustos, colores.

Está bien que se nos tenga en cuenta, pero aquello que quiere ser un piropo demasiado a menudo acaba siendo una etiqueta, ya que nos encasilla al ser de allí abajo, como si allí abajo solo pudiésemos hacer un tipo de música, como si nuestras canciones fueran para públicos menores o como si el habla fuera susceptible de reducir el público potencial. Quizás incluso cuando habéis visto la palabra ebrense en medio artículo habéis pensado que era un tema local, dándole a local una connotación peyorativa sin querer. La calidad de la obra de varios grupos y artistas del Ebro merece ser tenida en cuenta más allá de un número especial o de una efeméride concreta. El Enderrock de este mes de abril es un buen comienzo. Es un primer paso hacia la normalización. ¡Y tanto! Asimismo, haría falta que a partir de ahora los nuevos trabajos discográficos o proyectos surgidos del sur del sur pudiesen ocupar espacios de prensa nacional (audiovisuales o escritos) sin necesidad de recurrir a un monográfico o a una ocasión especial. También se nos puede decir que se nos conoce poco o menos. Cierto. Pero eso es como el fútbol femenino: se ve poco porque se retransmite poquísimo. Con la música pasa algo similar: te escucharán poco si te hacen sonar poco, sabrán poco de ti si no sales a ningún sitio y quedas relegado en ser solo cuota territorial.

La calidad de la obra de varios grupos y artistas del Ebro merece ser tenida en cuenta más allá de un número especial o de una efeméride concreta

Este martes día 9 en la Antigua Fábrica Estrella Damm a las 20h, se presenta la revista Enderrock de abril. Habrá música en directo y nos oiréis cantar con un catalán precioso que nos delata. Venid sin mapas, ni gafas, ni cedazos, la música es universal. Estáis invitados a ver el país como uno entero. Con personalidades diferenciadas, pero de igual a igual. Escuchándonos sin el filtro territorial. Valoradnos por lo que somos y por lo que hacemos más que por de donde somos. Bienvenida la visualización mientras no sea un etiquetado.