Llueve en Madrid. Y no es un comentario político. Que también podría ser. Llueve literalmente. En casa decían que si llueve en Madrid, al día siguiente llueve en Catalunya. Supongo que porque la lluvia viene del Atlántico, de oeste a este. Pero la verdad, y últimamente aún más, es que esa influencia atlántica se atenúa. Lo comento a unos compañeros que me dicen si sé cuál es el pueblo en el que llueve más de España. Y no, no está en Galicia ni en Asturias. Se ve que es una pregunta de Trivial. Respuesta: Grazalema, en Cádiz. ¿Mito? ¿Realidad? Se ve que existe cierto debate porque, claro, no hay registros de todas las poblaciones. Pero Grazalema, cada día se aprende algo, es conocido por sus lluvias, aunque otros sitios como la sierra gallega de O Candán y puntos de Gredos tienen medias superiores. Pero vamos, Grazalema, zona de montaña, con una superficie de 50.000 hectáreas, parece que tiene una situación estratégica. Está en un parque natural en el extremo más occidental de la Cordillera Subbética y recoge grandes cantidades de lluvia por los vientos húmedos del Atlántico y la barrera orográfica que hace que las nubes queden retenidas. Así que Grazalema suele recibir el triple de lluvia al año que la media en España. Me he preguntado qué pasa si hablamos de ciudades y leo que Vigo es la que recoge mayor cantidad de lluvia normalmente, pero que es en Donosti donde llueve más días al año: 187 de media. El sirimiri.

¿Y en Catalunya? ¿Dónde llueve más? ¿En la Garrotxa, tierra conocida como el orinal del cielo? Pues se ve que no y que es en Espot, en el Pirineo de Lleida, donde llueve más. Unos 1.500 litros por metro cuadrado al año. Y, en cambio, varias áreas de la plana de Lleida son las más secas. Lo que hace diferenciar el territorio, a grandes rasgos, entre una Catalunya lluviosa al norte y una Catalunya seca, que más o menos corresponde con más de la mitad sur. No hace falta conocer mucho el país para darse cuenta de su riqueza geográfica, con un relieve travieso y la alternancia entre mar y montaña, lo que hace que para determinar la climatología catalana se requiera el uso del plural.

España es un país diverso, difícil de gobernar, como la Francia de los quesos

Hay climas en Catalunya, no un clima en Catalunya. Hasta el punto de que coinciden dos grandes dominios: el mediterráneo y el oceánico. Y leo que el mediterráneo agrupa cinco climas distintos y catorce subclimas. La situación latitudinal —entre la zona templada y la tropical—, el Mediterráneo —que amortigua los extremos térmicos y es fuente de humedad—, un relieve complejo —con grandes contrastes de altitud— y la situación a levante de la península —que en la mitad fría del año hace que las masas de aire del oeste lleguen secas— aportan una diversidad climática que complica la vida a los meteorólogos. Pero la hace más interesante.

Y ocurre como con esa frase de De Gaulle, que dijo que un país como Francia, con más de 300 variedades de queso, debe ser a la fuerza ingobernable. Y podemos aplicarlo también a un país con tantos subclimas. Solo la orografía hace de Catalunya un clima más diverso y complicado que el de Madrid. Ahora, como han visto con Grazalema, también España es un país diverso, difícil de gobernar, como la Francia de los quesos, y tan desconocido a veces por sus propios habitantes como lo es en realidad Catalunya para los catalanes. Los respectivos parlamentos son como los climas respectivos. Y quererlo negar es como negar que llueve.