Ayer publiqué un artículo donde explicaba el caso de los cuatro hoteles de Lloret con el suministro eléctrico cortado por impago y que decidieron conectarse ilegalmente a la red pública.

Básicamente no entendía cómo era posible que, con el consumo que generan 4 establecimientos hoteleros (que no es poco), nadie se diera cuenta de lo que pasaba. Y, con la información que existía en aquellos momentos, manifestaba mi sorpresa de que no hubieran sospechado nada "ni los trabajadores (sobre todo), ni la compañía, ni el gremio hotelero de la ciudad, ni el Ayuntamiento (que vio un aumento considerable de la factura en una zona concreta de la ciudad y no se sorprendió). Ojo, no estoy diciendo que alguno de ellos haya hecho la vista gorda, que tenga la culpa de la chapuza, ni que hayan sido negligentes, pero encuentro inverosímil que nadie se dé cuenta de que 4 hoteles (no uno, sino cuatro) que deben miles de euros en electricidad porque no pagan los recibos, se hayan conectado a la red que pasa por la calle".

Enseguida se pusieron en contacto conmigo el alcalde de Lloret, Jaume Dulsat, y el segundo teniente de alcalde, Jordi Orobitg, y me explicaron la clave que explica la confusión. ¿Y, cuál es esta clave? Los hoteles no estaban conectados en la red pública sino a la de Endesa y el propietario es un desconocido en la ciudad. Sólo con eso ya cuadraba todo. Tarde, pero cuadraba.

Pero, además, también se supo que lo que pasó el jueves pasado es que la compañía hizo una prueba de potencia y trinchó el generador del famoso Sun Village, provocando el famoso incendio sin consecuencias (por suerte) que lo destapó todo.

Por lo tanto, la pregunta aquella de: ¿Y, nadie se dio cuenta de que 4 hoteles se habían conectado ilegalmente a la red eléctrica? ya tenía respuesta: sí, se dio cuenta de ello Endesa, que sabía perfectamente lo que estaba pasando. Y, a partir de aquí, nuevas preguntas: ¿Si la cosa viene de enero, por qué Endesa no hizo nada antes? ¿Por qué ha esperado a principios de septiembre? ¿Hacer saltar el generador fue un aviso de la eléctrica ante una negociación Endesa-hotel que no avanzaba? ¿Fue esta la única manera que encontró la compañía para acabar con un fraude que venía acompañado de un impago calculado en 300 mil euros? ¿Esta situación sólo la conocían ciertos trabajadores de Endesa o los responsables también estaban al corriente?

Sea como sea, aquí hay tres grupos (ahora le llaman colectivos) perjudicados: los clientes (que no tienen ninguna culpa de ir a parar a unos establecimientos con un propietario como éste), los trabajadores (que seguramente conocían la situación, pero bastante problema tenían para cobrar unas nóminas tan retrasadas que habían decidido convocar una huelga) y la ciudad de Lloret.

Lloret tiene que luchar contra un terrible y convulso pasado turístico y judicial. Pero si el trabajo hecho gota a gota por los actuales responsables se va río abajo por ser demasiado prudente, vamos mal. Y más cuando tenían la razón y los argumentos para defenderse. Sí, Lloret es goloso para los medios a la hora de inflar noticias, pero si tú no pinchas el globo cuando todavía es pequeño, quien acaba saliendo en globo eres tú. Y sin haber comprar billete para el viaje.