Apuntes de urgencia sobre la inauguración del tramo sur de la L9 del Metro, que viene contando Albert Acín y el equipo de El Nacional.

1) Catalunya va. Pese al ahogo y el desprecio sistemático en materia financiera y de inversiones al que está siendo sometida una de las regiones económicas más dinámicas de Europa por parte del Gobierno del Estado, el país –las administraciones y la gente– siguen haciendo camino, como siempre.

2) En Catalunya hay gobierno. El president, Carles Puigdemont, y el vicepresident, Oriol Junqueras, han compartido el protagonismo en el acto inaugural de la L9. Se les ve cómodos en su papel, y firmes en sus propósitos. Pregunta: ¿Quién gobierna en España (Mariano)?

3) Puigdemont preside. El jefe del Ejecutivo catalán, con su estilo tranquilo, ha denunciado la actitud de Madrid y ha advertido que Catalunya continuará construyendo (infra)estructuras de Estado. "O hacemos las infraestructuras o no nos las harán". Aviso a navegantes: el movimiento se demuestra andando.

4) Albiol se va. El exalcalde de Badalona y líder in péctore del PP catalán posrajoyista se marchó en pleno acto, como signo de protesta (¿quizás forzada?). Albiol paga los platos rotos de Rajoy y Soraya a cuenta del proceso soberanista.

5) Artur Mas sigue ahí.... El expresident de la Generalitat, víctima de la intransigencia cupaire y del naifismo buenista instalado en muchas casas del soberanismo, no se ha ido. Hoy ha estado en primera fila, junto a Puigdemont y Junqueras.

6)... y los socialistas no se han ido. El PSC está en contra del proceso soberanista, como el PP, o C's, pero esa posición, legítima, no es óbice para que sepa estar dónde hay que estar cuando hay que estar. Núria Marín, superalcaldesa de l'Hospitalet, también vino a subrayar que la tierra, y las infraestructuras, son de quien se las trabaja (y las paga).

7) Ada, siempre Ada. Tampoco la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, perdió la oportunidad de asistir a su primera gran inauguración, compartida con los responsables del Govern. Catalunya no se acaba en Barcelona.

8) Reconexión. La misma semana que Rodalies-Renfe dejó tirados por enésima vez a decenas de miles de usuarios a cuenta de una humareda en una estación abandonada, la capital catalana amplía el gran metropolitano sur y con ello reconecta con el Baix Llobregat, territorio absolutamente clave para el futuro del país y, desde luego, del "procés". El aeropuerto del Prat ahora está más cerca de Barcelona y Barcelona del Prat. Y con el aeropuerto, el mundo. Para desconectar habrá que reconectar y en metro también se llega (a Ítaca).